Martín Ramos ha tenido que desistir por segunda vez de coronar el K2, la segunda montaña más alta del mundo, que afrontó de nuevo junto al asturiano Jorge Egocheaga que sí lo consiguió en aquel primer intento de 2009. El K2 ha vuelto a demostrar por qué es la cumbre más difícil de todos los "ochomiles" y ni siguiera dos himalayistas muy contrastados como son Ramos y Egocheaga pueden asegurar su ascensión a priori.

Las causas de esta nueva renuncia han sido varias, según el zamorano, narró ayer en su página web, ya en la tranquilidad del hotel de Skardu (Pakistán) aunque no ha querido especificarlas:

"Me siento a escribir unas palabras, difíciles palabras, para comunicaros en primer lugar que estamos bien. Y digo estamos bien porque tanto Jorge como yo, nos encontramos aquí sin ningún problema. Las expediciones a estas montañas tienen muchos factores que pueden desencadenar acontecimientos que tiren por la borda el buen fin de esta. No hay un único motivo por el cual hayamos renunciado a la montaña, siempre son varios los factores que desencadenan tan triste y difícil decisión".

Siete años hacía que el montañero zamorano había intentado por primera vez hacer cumbre en el K2 y entonces, el mal tiempo en el día elegido, le hizo desistir en su empeño y regresar sin lograr su objetivo. En ese sentido, explica esta vez que "yo entiendo la montaña de una manera sin complejos, un hecho de sacrificio, de amistad, de compartir? sobre todo con todos los que expedición tras expedición, me seguís y apoyáis de una manera incondicional y entusiasta que a mí personalmente me sorprende pero que no os podéis imaginar lo que se agradece en estos lugares. Yo siento frustración, pero sé también que estas cosas forman parte del juego".

Y también ha tenido palabras de agradecimiento a todas las personas que han hecho posible esta nueva expedición al Himalaya (Karakorum en este caso): "Todo mi pesar es hacia los que han hecho posible, una vez más, intentar mi sueño, que no les puedo ofrecer mi éxito para ellos. Al Excmo. Ayuntamiento a través de la Concejalía de Deportes, a Caja Rural de Zamora, a El Viso, a Autorecicla, a Óptica Mira y a Lizarran Catedral. No puedo daros más que gracias. También, cómo no, a todas las personas anónimas para el resto, pero no para mí, ellos saben que los tengo en un hueco de mi corazón, que desinteresadamente me dan una ayuda muy importante. A mi familia muchas, muchas, muchas gracias".

Ya lo dijo en su día: "El K2 es el más difícil de todos los ochomiles", y explicaba en julio de 2009 que en este coloso del Karakorum, "cada metro que subes se lo ganas a la montaña".

Tras su regreso a Zamora, Martín Ramos contará cómo ha sido esta nueva expedición pero ya lo advirtió en su primer intento: "No es una montaña para correr ningún riesgo, aunque sea controlado. Tienes que tener en cuenta el reloj y dónde estás. Decidir en cada momento. El K2 te exige mucho física y sicológicamente. Otros ochomiles tienen tramos más complicados y zonas en las que puedes relajarte, sitio para montar las tiendas, pero aquí, cada metro que subes, se lo ganas a la montaña".