Alejandro Valverde se ha impuso ayer por segunda vez en su carrera en la Clásica de San Sebastián, quitándose así el mal sabor de boca del Tour de Francia, donde solo pudo ser cuarto.

El murciano refrendó que es un ciclista "todoterreno". Una semana después de finalizar el Tour, demostró que pocos ciclistas en el pelotón son mejores que él en las pruebas de un día.

Con este triunfo en la prueba perteneciente al calendario mundial, el de Movistar suma 10 victorias en 2014, un balance más que positivo teniendo en cuenta que aún quedan por disputarse la Vuelta a España y el Mundial de Ciclismo de Ponferrada entre otras pruebas.

El murciano, como el resto de favoritos, esperó a la última ascensión para moverse. Fue en el nuevo Bordako Tontorra, con rampas de hasta el 20 por ciento, donde Mikel Nieve lanzó el primer ataque, neutralizando a Kolobnev. Pero, Valverde, que salió en su caza junto a "Purito" Rodríguez (Katusha). El catalán se marchó en solitario momentáneamente, pero, tras jungarse a los pocos minutos y a cuatro kilómetros de meta, Valverde se escapó y cruzó la meta en solitario.