La zamorana Susana Cordero se proclamó ayer campeona de la Copa del Mundo de Maratón en la modalidad de K2 en la que compitió con Cristina Tapia (Aranjuez), sumando así su segunda medalla en Roma tras ser tercera el miércoles en el K1. El barco español se impuso en la categoría 35-39 años al surafricano integrado por Cavil Cordes y Angela Scruby con una ventaja de 41 segundos en la meta. La otra baza de medalla en la segunda jornada de la Copa del Mundo que se disputa en el río Tíber a su paso por Roma era la de José Miguel Herrador que el miércoles fue tercero en el K1. El veterano zamorano de la ADZ Iberdrola Caja España Duero compitió ayer con el asturiano Siro González y perdieron la medalla de bronce por solo nueve segundos tras un cerrado sprint con el barco francés de Parisot y Zastera, que fueron segundos, y con el australiano de Bradilovic y Mc Gil que alcanzaron la medalla de bronce.

Con casi cuatro minutos de ventaja entraron en la meta los campeones, los alemanes Thomas Klemm y Volker Seibel.

El tercer veterano zamorano que competía ayer era José Luis Román que terminó séptimo también en el K1 45-49 remando con Vicente Llerandi.

Esta mañana comienza el Campeonato del Mundo con la participación de cuatro palistas sub 23 zamoranos: Eva Barrios (Tecozam Viajes Sanabria) que defiende el título en el K1, Laura Pedruelo (Hotel Convento I) que se lo pondrá muy difícil. Además en el C1 remará Carlos Vega y en el K1 Alejandro Sánchez, ambos de la ADZ Iberdrola Caja España Duero.

Iván Alonso, del Club Kayak Tudense, compañero del zamorano Emilio Merchán afronta el Mundial con «ánimo de revancha». El piragüista gallego busca el título que se le escapó el año pasado en Singapur. «El objetivo es ganar, como cualquier deportista, pero estar entre los tres primeros sería muy bueno. Ése es el reto», afirmó. En Singapur pudo lograrlo, pero en su camino se interpuso una embarcación de recreo que le perjudicó en los últimos metros. De nada valieron sus reclamaciones.

El tudense afirma que «llego en buen momento al Mundial de Roma. Los entrenamientos han sido fuertes y también de calidad, por lo que soy optimista. Pero no me espero encontrar facilidades. La prueba es de una exigencia máxima». Serán treinta kilómetros, con seis porteos, los que tendrá que afrontar.

Iván Alonso indicó que «es una prueba exigente y dura, pero se me da bien. Se deben tener en cuenta muchos factores, como dosificar el esfuerzo y también no perder nunca el ritmo de los primeros. Es también una carrera muy táctica», explicó.