El promotor y propietario del Masters 1000 de Madrid, el rumano Ion Tiriac, no se mostró alterado ante la amenaza de Rafael Nadal y el serbio Novak Djokovic, anunciada este jueves, de no acudir a este torneo si no cambian la pista.

En un encuentro con los expresidentes de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), Mark Miles, y Etienne de Villiers, éste último en cuyo mandato se reubicó el torneo madrileño en el calendario del circuito en las fechas actuales, y Adam Helfant, que tuvo el voto decisivo para autorizar la pista de tierra azul, Tiriac prometió una mejora de la tierra aunque no un cambio en las canchas.

"Si no vienen Nadal y Djokovic lo lamentaremos. Será algo triste. Pero espero que sean profesionales", apuntó el promotor, que admitió ciertas carencias aún en la pista azul, que confía subsanar en próximas ediciones.

"Es verdad que resbala. Pero la tierra no estará así el próximo año", aseguró el extenista rumano, que no dio la sensación de plantearse un cambio en el torneo y que dijo que los jugadores pasan y las competiciones permanecen.

Tiriac reconoció que en esta edición la organización ha "pretendido mitigar los malos botes en la superficie, como ocurrió en la final entre Nadal y Roger Federer hace dos años", dijo. "Por eso se ha instalado la tierra sobre una base lo más dura posible".

Por su parte, el director del torneo, el español Manolo Santana, que pidió disculpas a los jugadores en nombre de la competición por los excesivos resbalones de las pistas, indicó que aún no hay lesionado alguno a causa de las canchas de tierra azul. Mientras en otros torneos sí los ha habido.

Por otra parte, cien voluntarios del torneo de tenis que se disputa en la Caja Mágica se han puesto en huelga porque se les ha negado "el libre acceso a las pistas".

El premio que normalmente ofrece el torneo a este colectivo es el libre acceso a algunas de las canchas del torneo, para presenciar los encuentros. En total, trabajan en el evento entre 600 y 700 de estos jóvenes.

"Anoche, nos comunicó el coordinador de voluntarios que a partir de hoy se nos niega el libre acceso a las pistas", han señalado en una nota. "Hay gente que viene de otras ciudades y ha decidido costearse una semana en Madrid porque le apasiona este deporte y porque no le importa trabajar gratuitamente a cambio de disfrutar del mejor tenis. No es justo", añaden.

Según este colectivo la razón que da la organización del evento es la de la seguridad, pues los pasillos de las gradas tienen que estar libres en caso de que haya una emergencia y temen la aglomeración de voluntarios en los encuentros de este fin de semana. "Si no cabemos en las gradas, nos vamos, nunca nos sentamos en los pasillos ni escaleras. Entendemos que quizás en la final no podemos estar pero esta medida no es de recibo", aducen.