No está el horno para bollos en el Zamora Club de Fútbol, ni mucho menos. La entidad rojiblanca, a nueve días para la asamblea ordinaria con los socios, da toda la impresión que se encuentra manga por hombro, o incluso peor, que hay un gran vacío. Preocupa y mucho el plano económico del que se tienen pocas o ninguna noticia.

Manuel Tejedor ganó, y por goleada, las elecciones a la candidatura que encabezó José Lastra como la pudo haber encabezado cualquier otro por aquello de que dicho puesto fue ofrecido antes a otras personas; desde entonces y en el plano económico las señales de vida en la actual directiva apenas han existido, salvo la de que por dos veces se desestimó la colaboración de Caja Rural o la de que se contrató a una empresa madrileña para llevar el tema de la publicidad.

Cuando el verano toca a su fin y Tejedor está a punto de cumplir 100 días al frente del Zamora Club de Fútbol, alrededor de la entidad rojiblanca existe más que un rumor de que el club va de mal en peor. Ya se sabe que cuando el río suena, agua lleva.

A la pregunta de qué va a suceder el día 30 en la asamblea del Zamora, la respuesta la tendrán los socios que asistan a la misma. Las salidas serán varias y, por supuesto, para todos los gustos, y las mismas irán desde la continuidad de Tejedor y sus directivos, pasando por la dimisión de éste, o porque se vuelvan a celebrar nuevas elecciones, porque se constituya una nueva junta gestora o? porque puedan volver los anteriores directivos con José María Casas como cabeza visible.

Sinceramente, a día de hoy, ninguna de las opciones y son las que hay, parecen buenas para el club pero se está en esta dinámica, no hay otra, y da la impresión de que el club, bien con unos o bien con otros, está al borde del abismo. Aunque también da la sensación que esto último le importa a todos o casi todos tres pepinos y que aquí lo único que interesa es meterse unos contra otros para ver quien saca primero la cabeza.

Desde un rincón se intenta atizar denunciando que sólo se reciben zancadillas desde no se sabe dónde; desde el otro lado del cuadrilátero están muy interesados en meter cizaña -entre otras cosas- preguntando si ya se ha cobrado o dejado de cobrar este mes y casi hasta alegrándose del mal ajeno que no es otro que el mal del Zamora. Así no se puede ir a parte alguna, así no se podrá llegar a buen puerto y así se naufragará con todo el equipo, tanto en lo económico, como en lo deportivo, como en lo social. Y el naufragio se producirá esté quien esté en el cargo. Dará lo mismo que esté Tejedor, que llegue Lastra o que vuelva Casas. Todos y sus políticas fracasarán si no existe una mínima unión, y también si no se hace ver a las empresas o instituciones que al Zamora hay que apoyarlo porque es el Zamora Club de Fútbol y no porque esté uno, otro o el de más allá.