La Liga de Campeones inicia hoy una nueva edición, en la que el portugués José Mourinho, ganador de la misma con el Oporto y el Inter, será el encargado de reflotar al Real Madrid en Europa tras cinco temporadas sin pasar de octavos de final, y para este reto tendrá como principal oponente al Barcelona de Pep Guardiola.

Sin embargo, esta competición no será, ni mucho menos, cosa de dos. Y es que a Madrid y Barça se unirán los habituales Chelsea, Bayern, Inter, Manchester United y Arsenal, todos ellos con un mismo objetivo: el cetro continental.

Para llegar a la final de Wembley del 28 de mayo los equipos se han reforzado notablemente, siendo el que más ha invertido el Real Madrid. La llegada de Özil, Kedhira, Di Maria, Carvalho, Canales y Pedro León ha hecho subir el gasto hasta los 80 millones de euros; claro ejemplo de la apuesta madridista por terminar con su particular travesía por el desierto en Europa.

Los blancos no lo tendrán fácil ya que tendrán que superar a Milán (con Ibrahimovic y Robinho como refuerzos de última hora), Ajax y Auxerre en la primera fase.

Más asequible lo tendrá, a priori, el máximo rival blanco, un Barcelona que ha gastado 70 millones en los fichajes de Villa, Adriano y Mascherano, y que quiere recuperar el trono europeo del que fue expulsado el pasado año por el Inter que dirigía Mourinho.

El equipo italiano, vigente campeón y entrenado ahora por Rafa Benítez, ha quedado encuadrado en el grupo más difícil sobre el papel, ya que se medirá al Werder Bremen alemán, al Tottenham inglés y al campeón holandés, el Twente.

El rendimiento de los de Benítez se presenta como una incógnita, ya que, a pesar haber logrado la Supercopa de Italia, su derrota ante el Atlético de Madrid en la Supercopa de Europa y la mala imagen mostrada en el inicio liguero hacen que los italianos tengan difícil revalidar su título continental.

Su rival en la final del año pasado, el Bayern de Múnich, tiene asumido su papel de favorito e intentará progresar en la Bundesliga y en Europa con el mismo bloque que tan buenos resultados le dio la temporada pasada a Louis Van Gaal.

Otros que siempre son favoritos son los equipos ingleses. De los cuatro presentes (Chelsea, Arsenal, Manchester United y Tottenham) el principal favorito es el Chelsea de Ancelotti, que es actualmente el líder intratable de la Premier League.

Arsenal y United volverán a ser los equipos más temidos de los grupos H y C, respectivamente. Los «gunners» de Fábregas quieren volver a la final donde ya estuvieron en 2006 y, para ello, tienen un grupo asequible que les medirá al Shaktar ucraniano, al Sporting de Braga luso y al Partizán serbio.

El United, por su parte, compartirá grupo con el Valencia de Unai Emery, equipo que, tras perder a los internacionales españoles Villa, Silva y Marchena afronta esta competición esperando ser el «tapado» de la misma y con el recuerdo de las finales que jugó en 2000 y 2001.

A pesar de todo, nada es seguro en la máxima competición continental donde cada año surgen grandes sorpresas y algunos, a priori favoritos, sufren serios correctivos. En todo caso, la apuesta de los grandes clubes es fuerte para llegar al trofeo más codiciado, el que salva una temporada entera y con el que cualquier jugador sueña: la Liga de Campeones.