REAL MADRID 95 (22+31+18+22+12)

PANATHINAIKOS 87 (24+19+21+19+4)

Madrid.- El Real Madrid alcanzó el objetivo que perseguía para alimentar sus sueños de grandeza en la Euroliga, que no era otro que ganar al Panathinaikos griego, al actual amo de la canasta europea, y mirar a la segunda fase con unos cuantos ases en la manga, una meta que hizo realidad el estadounidense Louis Bullock como estilete de un gran trabajo colectivo mediante tres triples seguidos en los últimos segundos de la prórroga que llevaron al Madrid al triunfo por ocho puntos (95-87).

El Madrid tenía que jugar un partido muy distinto. Sus posibilidades de entrar como cabeza de serie en el sorteo de la segunda fase -o sea, evitar al CSKA Moscú y a los rivales de postín en el Top 16 y, por tanto, abrir la oportunidad de contar con el factor cancha en las eliminatorias de cuartos de final- pasaban por ganar. Al Panathinaikos -cuatro veces campeón europeo en los diez años pasados-, le daba igual todo. Lo tenía todo hecho y ayer acabó cayendo en Vistalegre.

Real Madrid: Tunceri (7), Bullock (22), Mumbrú (12), Hervelle (12), Papadopulos (11) -cinco inicial-, Pelekanos (-), Smith (7), López (14), Reyes (10) y Sekulic (-).

Panathinaikos: Diamantidis (5), Becirovic (10), Perperoglu (-), Dikudis (5), Zizic (2) -cinco inicial-, Spanulis (22), Batiste (16), Hatzivretas (11), Jasikevicius (14) y Prkacin (2).

Arbitros: LaMonica (ITA), Ryzhyk (UKR) y Dozai (CRO). Excluyeron por personales a Papadopulos (m.39), López (m.43). Señalaron técnica a Jasikevicius (m.18) y Becirovic (m.20), en ambos casos por protestar.