Muerte

Fallece Carlos Pumares, el primer crítico de cine gruñón que fue una estrella

Gracias a su programa ‘Polvo de estrellas’ se convirtió en el periodista cinematográfico más popular de los años 80.

Carlos Pumares

Carlos Pumares / Twitter

Quim Casas

El 7 de septiembre de 1979 apareció el disco sencillo ‘Video killed the radio star’, canción del grupo británico de ‘synth pop’ The Buggles que preconizaba la idea de que el video (musical) iba a matar a las estrellas de la radio. Ocurrió todo lo contrario en el panorama de la información cinematográfica en la radio española, pues Carlos Pumares, fallecido ayer a los 80 años, se convirtió en la década siguiente a la publicación de la canción de los Buggles en mucho más que una estrella radiofónica. 

 Su programa ‘Polvo de estrellas’, emitido por Antena 3 Radio entre 1882 y 1992, le convirtió en el periodista de cine más popular de aquel decenio. Eran los tiempos en que subías a un taxi de madrugada en Madrid, sobre todo, pero también en otros puntos de España, y el taxista te hacía callar, o no te daba conversación, porque estaba escuchando ‘Polvo de estrellas’. El programa empezaba a la 1.30 de la madrugada y era un coctel muy particular de información, opinión, crítica, música y chascarrillos. Los oyentes llamaban haciendo peticiones y consultas, Pumares las contestaba con indiferencia, seleccionaba después canciones y bandas sonoras de difícil localización y, en algunos casos, dedicaba el programa entero a una película mítica. 

Pumares, nacido en Portugalete (Vizcaya), tenía un sentido del humor muy suyo y un carácter a veces airado. Con el tiempo fue convirtiéndose en el ‘crítico gruñón’, uno de los motes que le pusieron tanto sus fans como sus detractores. Tuvo muchos de lo uno y lo otro. En aquella década de esplendor con su programa radiofónico, era tan reconocido en la calle o en un bar como cualquier actriz o actor cinematográfico.

‘Polvo de estrellas’, que pasó después a Radio Voz y Onda Cero, fue su producción más conocida, pero ya antes del triunfo en las ondas participó en un buen éxito televisivo, el del programa ‘La clave’ conducido por José Luis Balbín y emitido por la segunda cadena de RTVE, del que Pumares fue asesor cinematográfico. En tiempos de penuria en televisión, recién salido el país de la dictadura, en ‘La clave’ se ponía primero una película para ilustrar el tema sobre el que después debatirían los tertulianos. No era estrictamente un programa de cine, pero ahí se pudo ver mucho buen cine.

 Esto ocurría en 1976. Pumares se había fogueado dentro de la propia industria cinematográfica participando en los guiones de películas bastante sonadas de la época como ‘La casa de las chivas’ (1972), filme de León Klimovsky con guion de Pumares, José Luis Garci y el historiador de cine Manuel Villegas López sobre un grupo de soldados republicanos que, en plena guerra civil, se esconden en un caserón donde la hija de la familia se enamora de uno de ellos. También escribió ‘Separación matrimonial’ (1973), uno de los primeros filmes con Ana Belén, y ‘El extraño amor de los vampiros’ (1975), en la que se enfrentó a uno de sus géneros predilectos, el de terror. Pumares fue presencia constante en el Festival de Sitges y uno de los anteriores directores del certamen catalán, Joan Lluis Goas, creador del programa de Antena 3 Televisión ‘Noche de lobos’, le substituía a veces en ‘Polvo de estrellas’.

Practicó la crítica en prensa en ‘La razón’, colaboró en varias revistas y escribió también sobre cómic. En la primera década del presente siglo tuvo otro programa de radio, ‘El monolito de Pumares’ –título en clara alusión al enigmático monolito de ‘2001, una odisea del espacio–, convertido en un consultorio informativo de cierto éxito. Poco a poco, el personaje airado que había creado le fue devorando.

La información sobre cine dejó paso al ‘frikismo’ de sus participaciones televisivas en ‘Crónicas marcianas’, los cameos en las películas ‘FBI: Frikis Buscan Incordiar’ (2004) y ‘Torrente 3, el protector’ (2005) o su participación como jurado en el concurso ‘¡Mira quien salta!’ Fue el primer crítico-estrella, como después lo ha sido Carlos Boyero o, en términos también radiofónicos, pero en la información deportiva, José María García: su programa ‘Supergarcía’ empezó al mismo tiempo en Antena 3 Radio que ‘Polvo de estrellas’.