Ganaderos zamoranos, "arrollados" por la entrada masiva de lechazos foráneos

La Alianza UPA-COAG reclama un plan de apoyo para el sector del ovino de carne en Castilla y León ante su "delicada situación"

El pasado año entraron en los mataderos de la comunidad un total de 135.810 animales procedentes de Francia y de Portugal

Corderos en una nave ganadera de la provincia de Zamora.

Corderos en una nave ganadera de la provincia de Zamora. / Ch. S.

La Alianza UPA-COAG ha reclamado un plan de apoyo para el sector del ovino de carne en Castilla y León ante su "delicada situación" por la entrada masiva de corderos franceses y portugueses en los mataderos y la consiguiente rebaja del precio de los animales amparados mayoritariamente por el sello de calidad IGP Lechazo de Castilla y León.

La organización agraria califica de "muy delicada" la situación del sector porque, según los datos que baraja, desde enero a diciembre del pasado año en los mataderos de Castilla y León entraron 135.810 animales procedentes mayoritariamente de Francia, pero también de Portugal.

La consecuencia inmediata es que el ovino de los países vecinos llega con precios más bajos por su menor calidad e influye negativamente en las cotizaciones en origen del lechazo de la comunidad. Además, apuntó que el perfil del ganadero de ovino de carne en Castilla y León tiene una media de edad que supera los 55 años, a lo que hay que añadir otros problemas que agudizan la crisis del sector como la falta de relevo generacional y que cada vez haya menos profesionales.

Según los últimos datos oficiales del Ministerio de Agricultura, Castilla y León acapara el 32 % del total nacional de la carne de ovino con un valor aproximado a los 500 millones de euros. En producción cárnica de ovino, la región es la primera en producción de lechazos, con la IGP Lechazo de Castilla y León como referente y con la raza churra, originaria de la comunidad, como principal exponente. Los censos del Ministerio registran 10.570 explotaciones de ovino en las nueve provincias, el 9,5% del total y 2,4 millones de animales, que representan el 16,3%. 

Por otra parte, la Alianza UPA-COAG ha recordado que la producción de carne de ovino se ha reducido en torno a un 35 % en los últimos cinco años y más de un 50% la cabaña ganadera en los últimos diez, por la falta de rentabilidad.

Viabilidad económica

Ante esta situación, la organización reclama de las administraciones, en este caso a la Junta, que considere al sector del ovino de carne como prioritario y que ponga en marcha distintas líneas de actuación, porque "su apoyo es imprescindible para recuperar la viabilidad económica de las explotaciones de ovino y caprino, y evitar la desaparición de una producción que, a su importancia económica, añade su especial contribución a la cohesión del mundo rural y a la conservación del medio ambiente".

Entre otras actuaciones, la Alianza UPA-COAG pide la puesta en marcha, con carácter urgente, de un plan de reestructuración específico, favoreciendo la jubilación con niveles adecuados de compensación y concentrando los recursos en las explotaciones restantes. También considera clave que se establezcan planes de viabilidad para las explotaciones impulsando la diferenciación del producto autonómico del procedente de terceros países mediante etiquetados con mención al origen del animal y no solo del matadero.

En este sentido, cuestionó la importación masiva de corderos franceses que se sacrifican en mataderos de la región lleven cualquier tipo de sello autonómico, importaciones que perjudican al lechazo de la comunidad además de suponer en muchos casos un engaño para el consumidor.

Por otro lado, la organización considera prioritario un control efectivo de las importaciones de terceros países, el escalonamiento de los contingentes de importación y medidas para evitar la competencia desleal de países terceros.

El sector de ovino y caprino de Castilla y León constituye una prioridad para la Alianza UPA-COAG por su "enorme contribución" a la sostenibilidad de los ecosistemas, al mantenimiento de la biodiversidad, así como al mantenimiento del tejido rural y territorial, especialmente en zonas desfavorecidas con escasas o nulas alternativas económicas, precisamente en línea con los principios generales a los que actualmente se orienta la PAC.