El lobo, un nicho para atraer turismo a Zamora

La Sierra de la Culebra convierte la presencia de este animal carnívoro en un reclamo para atraer visitantes

El impacto económico estimado asciende a 1,8 millones de euros

Observación de lobo en la Culebra

Observación de lobo en la Culebra / Araceli Saavedra

La Sierra de la Culebra, en el oesta de la provincia de Zamora, alberga la mayor densidad de lobos por kilómetro cuadrado de toda Europa occidental. Los habitantes de la zona han tenido que coexistir con este depredador a lo largo de la historia, pero en los últimos años han descubierto que la presencia del lobo ibérico en el territorio supone su mayor activo para atraer visitantes.

El turismo de observación de los grandes carnívoros de la península Ibérica –oso, lobo y lince– ha experimentado una demanda creciente en los últimos años. El Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente (Mapama) elaboró en 2017 el estudio más completo y de referencia sobre esta modalidad de turismo de naturaleza, y específicamente sobre el lobo en la Reserva de la Sierra de la Culebra.

El "turismo lobero" genera un impacto económico estimado de 1,8 millones de euros en la Culebra, un enclave geográfico puntero para el avistamiento del cánido en libertad. El empleo generado, directo e indirecto, se cuantificó ese año en 29 personas, repartidas entre pymes y trabajadores autónomos. La presencia media anual es de 3.100 turistas, aunque solo el 28% demanda los servicios de empresas especializadas, 1.250. El 84% es turismo nacional, frente al 16% extranjero. ç

El turismo del lobo sigue ganando adeptos en Zamora

Pese a que la cifra "en bruto" pueda parecer pequeña, se trata de un tipo de actividad que suele atraer un turismo de calidad y respetuoso con el medio ambiente, personas con alto nivel de estudios y amantes de la naturaleza que alargan su estancia varios días en la comarca. Y más allá de dar de comer a las empresas y a los profesionales que organizan las salidas guiadas, el lobo es la "marca turística" para toda esta sierra, de 65.000 hectáreas, que forma parte de la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Meseta Ibérica.

Varios lobos en el Centro del Lobo Ibérico de Robledo. | Araceli Saavedra

Varios lobos en el Centro del Lobo Ibérico de Robledo. | Araceli Saavedra / Araceli Saavedra

Un paraíso natural que en el verano de 2022 vivió los dos mayores incendios forestales registrados hasta la fecha en la sierra de la Culebra. El fuego no solo destrozó gran parte de sus bosques, también machacó la demanda de servicios turísticos. Juan Pablo Martín González, profesor, naturalista y escritor, estima que la demanda cayó un 70% respecto a una temporada media.

David Enjuto Enjuto, gerente de Aherca, una de las empresas dedicadas a la conservación del lobo y otros animales silvestres en la sierra de la Culebra, se hizo cargo de la compañía en 2022, justo antes de los grandes incendios. Sin turistas y sin ayudas específicas para el sector turístico, la remontada se presentaba muy difícil, hasta que la tendencia dio un giro brusco e inesperado en septiembre de 2023, con gran afluencia durante la berrea del ciervo, ligada a la presencia del lobo en la sierra.

En los meses de enero y febrero, Aherca ha podido mantener la tendencia al alza: "Pensábamos que aflojaba, pero hemos tenido grupos prácticamente todo el tiempo, no solo los fines de semana", reconoce este emprendedor que tuvo que hacer muchas cuentas para mantener la empresa que trasladó a la localidad de Villanueva de Valrojo.

La presencia de empresas como Aherca se ha convertido en una herramienta para potenciar la economía de los pueblos donde se asientan. En el caso de Villanueva de Valrojo, con solo 125 habitantes, en 2016 había dos alojamientos de turismo rural y en la actualidad ya cuenta con seis casas rurales, una casa de uso turístico y tres en construcción. El censo aumentó en 12 personas en este periodo.

David Enjuto Enjuto, gerente de Aherca. | Araceli Saavedra

David Enjuto Enjuto, gerente de Aherca. | Araceli Saavedra / Araceli Saavedra

El retorno, en periodo vacacional, de familias con ascendencia en el pueblo es consecuencia de la disponibilidad de alojamiento para una semana o 10 días. En ocho años se han construido o restaurado hasta una veintena de viviendas, con el consiguiente aumento la actividad en el sector de la construcción.

El gasto medio por visitante se estima en 65 euros al día, de los que 53 euros se gastan en los servicios locales, alojamiento y restauración, fundamentalmente. El 84% de los turistas optan por alojarse en la zona. La estancia media supera los cinco días. Casas rurales y hoteles representan el 51% de las preferencias de alojamiento. Contratar con una empresa el avistamiento, con vehículo de desplazamiento y telescopios de observación, ronda la media de 40 euros por persona.

El perfil del cliente es de entre 35 y 65 años, con nivel de estudios universitario y mayoritariamente masculino, aunque la tendencia es a equilibrar la presencia de hombres (59%) y mujeres (41%). Un dato relevante del estudio del ministerio refleja que el 77% de los visitantes han repetido la actividad. El 59 % de las visitas se registra entre primavera y verano, aunque la tendencia es a desestacionalizar.

El estudio del Mapama refleja la evolución positiva de la economía local de las zonas próximas, unida a la promoción turística de la zona y a la utilización del lobo como marca. El cánido es una fuente de desarrollo para las poblaciones próximas a los puntos de observación, como Villardeciervos, Ferreras de Arriba y Puebla de Sanabria, en cuya pedanía, Robledo, se ubica el Centro del Lobo Ibérico Félix Rodríguez de la Fuente, dependiente de la Junta de Castilla y León.

Este espacio temático es parada obligada para quienes se acercan a la sierra de la Culebra interesados por el lobo. Un lugar en el que se explica la coexistencia a lo largo de la historia entre el hombre y el predador, a veces complicada, y donde el turista puede observar ejemplares de la especie en semilibertad, una oferta complementaria a la de empresas como Aherca, que muestran al lobo libre en la sierra. El centro ha recibido desde su apertura, en octubre de 2015, más de 200.000 visitantes, personas que a lo largo de los últimos nueve años han generado gasto en este territorio de 6.200 habitantes gracias al lobo como reclamo turístico.

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