El hospitalero de la Sierra de la Culebra

El albergue de peregrinos Beato de Tábara ha cumplido sus primeros diez años prestando la acogida tradicional en el Camino Sanabrés de la Ruta de la Plata a los miles de peregrinos que cada año utilizan dicha ruta jacobea para viajar desde el sur de España (Andalucía, Levante y Extremadura) al encuentro de la tumba del apóstol Santiago en la catedral de Compostela.

Día 20 de febrero de 2014: esa fue la fecha en que llegaba la villa de Tábara José Almeida Rodríguez, un peregrino español al que los problemas físicos obligaban a dejar, tras años de sentidos peregrinajes, los Caminos a Santiago, decidiendo convertirse en Hospitalero del de Tábara, allá a la vera de la mítica y mística Sierra de la Culebra. Hubo otras opciones pero el mismo cree que "estaba escrito que debía de volver a mis orígenes zamoranos".

De Venialbo al País Vasco

José Almeida Rodríguez nació el día 22 de septiembre de 1957 en Venialbo (Tierra del Vino) y de joven se vio obligado a coger las maletas y convertirse en hijo pródigo por voluntad propia en busca del progreso personal y económico allá en el País Vasco, mas concretamente en Vizcaya, donde estuvo hasta los 57 años.

Hasta que el destino, causalidad y voluntad le llevaron hasta el arrabal de San Lorenzo como a San Froilán y San Atilano. Ha sido él el alma, corazón y vida del albergue de peregrinos hasta convertirlo en un icono y ejemplo de gestión y prestación de servicios en toda la Península Ibérica como así lo han reconocido quienes allí se han hospedado.

El albergue de Tábara fue construido siendo alcalde José Ramos San Primitivo, su gran impulsor con el apoyo de Ayuntamiento y Adata. Mejorándose luego durante el mandado del alcalde Antonio Juárez Núñez.

Muestra de ello es que, tras vivir el Camino Sanabrés años de auténtica agonía, lograra resurgir de las cenizas del olvido y por el albergue han pasado en estos diez años peregrinos de todo el mundo, haciendo parada y fonda, devotos del apóstol procedentes de más de 55 países diferentes a lo largo del pasado año 2023

Con 28 plazas y alrededor de 1.600 al año, aunque los más representativos en cuanto número suelen ser Francia, Italia, Polonia, Alemania y Estados Unidos, ha acogido a caminantes de lugares tan lejanos y diferentes como Filipinas, Sudáfrica, Kenia, Argentina, Canadá, Malasia, Alaska, Lituania, India, Corea del Sur, Vietnam, Taiwan, Irak, Egipto, Ucrania y Rusia.

La rutas jacobeas volvieron a estabilizarse en el pasado 2023 con cifra similares a 2019. Mas de la mitad de los peregrinos, el 50,51% superan los sesenta años y los hombres son amplia mayoría (72%) frente a las mujeres (27%). Por nacionalidades, un 66% son extranjeros frente a un 33% españoles. El 46% de los peregrinos del Camino Sanabrés de la Ruta de la Plata lo son de largo recorrido: inician el camino en Sevilla.

La acogida tradicional

Uno de los logros a agradecer a Almeida Rodríguez es la implantación de la llamada acogida tradicional recuperando así la hospitalidad que es la esencia que diferencia de otras rutas de peregrinación al Camino de Santiago. Quien allí llega tiene un plato para cenar y una cama para dormir. Incluso se puso una curiosa caja donde el peregrino que así lo de ser puede colaborar con unas monedas por la atención o si va necesitado cogerlas.

Los hospitaleros por norma general son peregrinos que en algún momento de su vida deciden cambiar el camino por la hospitalidad: dar a otros lo que antes ellos recibieron. Y no solo apoyo material o alimenticio, sino humano, cuando la salud falla y las fuerzas flaquean.

En estos diez años han sido miles los peregrinos que han recibido la acogida diferenciada que se ofrece en el acogedor albergue tabarés: "Cuando haces lo que te gusta, por mucho tiempo que dediques cada día a esa tarea, te das cuenta de que el tiempo se pasa como un suspiro y no estás haciendo un trabajo, sino que se una satisfacción".

El trabajo bien hecho

Muchas "cosas se han hecho durante esta última década y quedan muchas por hacer, pero el trabajo realizado, siempre va a quedar y la satisfacción de que quienes han podido disfrutar de lo que has venido haciendo, lo reconozcan y agradezcan, es la mayor recompensa que puedes obtener" asevera José Almeida.

Fue él uno de los promotores y fundadores de la Asociación de los Caminos de Santiago de Zamora, que ahora preside, con sede en el albergue tabarés. Gracias a ello se ha podido pasar a gestionar el albergue de Fontanillas de Castro con la misma filosofía de acogida que en Tábara.

Aparte colaboran en el mantenimiento de los Caminos de Santiago para lo cual se cuenta con un grupo de asociados y voluntarios que mantienen señalizadas correctamente las rutas jacobeas zamoranas que tienen un trazado de alrededor de 500 kilómetros por la provincia de Zamora.

La integración de Almeida se ha extendido a toda la comarca natural donde durante los últimos cinco años fue secretario de la Junta Directiva del grupo de acción local Asociación para el Desarrollo de Aliste Tábara y Alba (Adata) durante la gestión del último programa Leader.

Cree José Almeida que son muchas las cosas que quedan por hacer: "Para tratar de revertir la situación lamentable que está padeciendo esta provincia y todos debemos aportar nuestro granito de arena para tratar de mejorarlas. No hay que esperar a que otros lo hagan por nosotros, porque de lo contrario, estaremos abocados a seguir en este declive progresivo que estamos sufriendo. Por eso trato de participar e implicarme en todo aquello que me proponen y de esta forma veo que son muchos los temas en los que he colaborado".

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