Aprendiendo a ser ganaderos en una explotación ecológica de Sayago

Dos jóvenes aragoneses, Isabel Mallén y Gonzalo Tenías, realizan una estancia formativa en una explotación de Fariza

El Programa Cultiva favorece el conocimiento práctico de los nuevos ganaderos a pie de granja

El cambio climático, la amenaza del lobo o el consumo de productos locales, preocupaciones del sector ovino

VÍDEO | Aprendiendo a ser ganaderos: El proyecto de enseñanza en la Zamora rural

FOTOGRAFÍA: Ana Burrieza / VÍDEO: I. G.

Lo mismo han pastoreado que podado carrascas que mudado majadas. Han metido los corderos con la madre, conocido el manejo de la ordeñadora eléctrica, el sistema de control lechero o la localización del ganado por GPS. Se han familiarizado con la producción ecológica, la alimentación, han hablado de la esquila y gestión de la lana, han disertado sobre el problema del lobo, el preocupante comportamiento del clima o las razas autóctonas. Aprendizaje y formación.

Isabel Mallén y Gonzalo Tenías vienen de Aragón; ella de Cedrillas (Teruel) y él de Luna (Zaragoza). Estos jóvenes ganaderos (26 años) acaban de vivir una experiencia formativa en una explotación agro-ganadera de Sayago, de ovino de raza churra autóctona, sistema semi-extensivo, producción ecológica y de ciclo cerrado.

Gonzalo e Isabel han pasado cinco días en Fariza, donde Ángeles Santos y toda su familia al completo trabajan en el sector primario, como participantes en el Programa Cultiva destinado a jóvenes agricultores en Explotaciones Modelo. Una iniciativa desarrollada y financiada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en colaboración con organizaciones y entidades agrarias –en este caso COAG–, que pretende facilitar el acceso a la formación y el conocimiento práctico. "No me lo pensé, cuando vi las características de la explotación tenía claro que era la que buscaba" apunta la joven turolense, hija y nieta de ganaderos, que desde pequeña se sintió atraída por el oficio familiar y a ello encaminó sus estudios con un Grado Superior de Ganadería Asistencia en Sanidad Animal.

Isabel tiene una explotación de ovino de carne semi-extensiva de raza Cartera –un cruce de raza Rasa Aragonesa propia de la zona con Merina extremeña–, que está en peligro de extinción en la provincia de Teruel. "El sistema de trabajo es parecido, pero también distinto en el sentido de que mis ovejas están en el campo y solas, no vamos todos los días con ellas". Un régimen de libertad que Isabel empieza a ver amenazado por el lobo. "Hay dos ejemplares en la zona Alcañiz y, aunque no está cerca de mi pueblo, ya te pones en alerta. Hasta ahora no lo hemos conocido, pero ¿y si llega? Necesito saber un poco el manejo, por eso me interesaba mucho también venir a esta zona".

Aunque en Fariza, de momento, no ha atacado el lobo, "lo tenemos a las puertas", explica Ángeles Santos a los alumnos. "La amenaza cada vez más está ahí y esa incertidumbre de ir a la majada todos los días y comprobar que todo está bien. Pero si llegara el lobo cambiaría el manejo, habría que tener unas cañizas más altas y mucho más control". Refiere la sayaguesa el manejo de mastines en zonas que conviven habitualmente con lobos, "pero no todo vale. Hay que hacer una gestión de los perros, alimentarlos es un gasto y encima con lo que ha pasado (en referencia al ataque mortal de perros a una joven de Roales), la sociedad está un poco reticente al manejo que hacemos de ellos profesionalmente".

Isabel y Gonzalo atienden atentos las explicaciones de la ganadera. Para eso han recorrido más de 500 kilómetros y dejado a sus ovejas durante cinco días. Para formarse y aprender de otras experiencias "a pie de obra" en la primera estancia formativa que organiza COAG en Zamora.

"Quería conocer una forma distinta de producción a la nuestra y sobre todo me interesaba el sistema ecológico" explica Gonzalo, que desde hace dos años gestiona una explotación de ovino de carne de Rasa Aragonesa, raza autóctona de la región. "Mis ovejas son mucho más grandes, más fuertes y no tienen esos colores tan característicos" explica. Si este joven ganadero zaragozano eligió la explotación de Fariza fue principalmente para conocer el sistema de producción ecológico.

"Esta experiencia me ha abierto mucho los ojos. Pensaba que con que las ovejas estuvieran en el monte y cuatro papeles era suficiente. Pero no. Tiene muchísimos controles, no es oro todo lo que reluce".

Los jóvenes aragoneses, Gonzalo Tenías e Isabel Mallén con Ángeles Santos y su padre, Alonso Santos, compartiendo labores, aprendizaje y formación a lo largo de los cinco días que han pasado en la granja sayaguesa a través del Programa Cultiva | Ana Burrieza

Los jóvenes aragoneses, Gonzalo Tenías e Isabel Mallén con Ángeles Santos y su padre, Alonso Santos, compartiendo labores, aprendizaje y formación a lo largo de los cinco días que han pasado en la granja sayaguesa a través del Programa Cultiva | Ana Burrieza / Irene Gómez

"Es verdad que lo ecológico es un plus, pero hay mucho desconocimiento de este tipo de producción. Burocráticamente es muy engorroso, hay que tejer muchas redes y requiere tiempo, nosotros llevamos desde el año 2000" explica Ángeles al ganadero zaragozano.

El aprendizaje es continuo. Manejo, aspectos técnicos, la comercialización de los productos, en el caso de esta explotación con el plus de que cierra el ciclo con la elaboración de queso. Alonso Santos, el veterano de la casa, aporta la experiencia de más de 40 años en el oficio. Especies vegetales, organización del rebaño, tradiciones y costumbres.

"El primer año que esquilé, en 1982, la lana valía 175 pesetas (más de un euro de aquella época) el kilo, ahora te pagan diez céntimos o nada". "Si te la llevan te hacen un favor" replica Gonzalo mientras junto a Isabel ayuda a mover la majada. Cinco días ha dado para muchas conversaciones. Para resolver dudas y también sincerarse ante los desafíos de un sector que ahora más que nunca sale a la calle y pisa el asfalto para gritar "basta".

¿Cómo lo afrontan estas nuevas generaciones, los llamados a tomar el relevo? "Por ahora lo llevo bien, pero en mi zona llevamos dos años de sequía muy difíciles y es algo que me tienen muy preocupada porque me cuestiono, si esto va a ser así tengo que plantearme cambios en mi explotación" reflexiona en alto Isabel Mallén.

"Es lo más preocupante a nivel económico y social, y los agricultores y ganaderos somos los primeros que lo notamos. Porque la formación es muy importante y la gente ahora es muy profesional" incide Ángeles Santos. "Y que se consuma producto nacional. La gente compra productos de fuera y nos está haciendo mucho daño" prosigue la joven de Teruel. "La gente se queja de que un litro de aceite vale diez euros, pero cuánto te vale un cuba" replica Ángeles. "No hay conciencia de dónde viene lo que producimos" acaban por rematar todos.

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