El mecánico de un pueblo de Zamora que aspira al Balón de Oro

Iván Martín Báez, con un pequeño taller en El Cubo, se propone subir de nuevo al pódium de los mejores profesionales de España

Ha recibido sugerentes ofertas, pero no cambia su negocio ni la "calidad de vida" por nada del mundo

Seleccionado entre los 50 finalistas de una competición con más de un millar de inscritos de todo el país

Ha recibido sugerentes ofertas de trabajo, bien remuneradas y en la gran ciudad. Pero Iván Martín Báez no cambia su pequeño taller en El Cubo del Vino, sus clientes "de toda la vida" y su "calidad de vida" por nada del mundo. No le hace falta formar parte de la plantilla de una gran marca para llegar a lo más alto, casi para tocar el cielo como ya lo ha experimentado en dos ocasiones: como subcampeón de España en 2019 y flamante medalla de bronce en el concurso nacional del MVP (Más Valioso Profesional del Taller) 2021.

Iván va a por el tercer triunfo. Tras la plata y el bronce, quién sabe, queda la medalla de oro para coronar el pódium, pero estar ya entre los 50 mejores mecánicos de una competición que este año ha batido récord con más de mil inscritos, es más que un sueño cumplido. Ya metido en el nuevo desafío, el objetivo es volver al icónico Circuito del Jarama, donde se darán cita los diez finalistas de esta nueva edición de la Comunidad del Taller. Superada la primera fase online, los cincuenta mejores -entre los que está Iván– deberán contestar al siguiente test antes del 3 de marzo. La aspiración del mecánico zamorano es estar el 16 de marzo de nuevo en la élite de los mecánicos españoles.

"Para mi es un orgullo volver a estar ahí arriba" cuenta Iván, a sus 42 años experimentado profesional de las tripas de unos vehículos cada vez más sofisticados. "Ahora los jóvenes salen muy preparados, se trabaja con tecnologías punteras y superar las pruebas es cada vez más difícil" razona el mecánico zamorano, quien siguió los pasos de su padre, Nicasio Martín, de El Maderal, precursor y guía, siempre permanente en su recuerdo.

Llegar a la división de oro del sector no es causal. Este mecánico rural dedica "una hora diaria más o menos" a estudiar y ponerse al día en una profesión que le apasiona, aunque cada vez más exigente en plena era de los automóviles híbridos y eléctricos. Iván se ha formado para trabajar también con estas tecnologías y su taller va camino de las listas de espera de un especialista médico.

"Tengo muchísimo trabajo" reconoce desde su pequeño taller de El Cubo del Vino, que lleva en solitario para tener asegurado el standard del calidad deseado. Por eso la formación y la profesionalidad que le ha permitido hacerse un hueco entre lo más granado de la mecánica de automóviles. "A veces me llaman compañeros desde otras provincias para hacerme consultas" e Iván ha dado charlas en colegios con el fin de "meter el gusanillo" a las nuevas generaciones y transmitirles el orgullo de un oficio que le ha permitido tocar el cielo.

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