El pueblo de Villardeciervos vive estos días de verano con un programa de actividades que depara entretenimiento y sostenimiento de las tradiciones. Y una de esas tradiciones es el juego de bolos más peculiar de la provincia porque no se juega a ras de suelo, algo más abajo, porque los pies del jugador están por debajo de la fila de bolos. Una dificultad añadida. Es Faustino Gallego Rodríguez quien desgrana las reglas de la partida de bolos.
Así del campo de juego llama la atención por el hoyo de casi un metro de profundidad, a veces más, desde el que lanzan los tiradores y que se llama "patio". Y delante el reto de derribar 9 bolos de encina con una bola elíptica de encina también. Y hay que tener no solo fuerza sino también pericia para derribar y traspasar las líneas de puntuación cuanto más lejos mejor, para obtener mayor puntuación. Y las posturas para lanzamiento son de "rudión", un lanzamiento lateral con el cuerpo agachado, y a "cachete" de frente y hacia abajo. Y es un juego apto para todos los públicos pero que requiere mucho entrenamiento porque más vale maña que fuerza.
Y con el libreto bien aprendido de memoria, el Grupo de Teatro Cervato de Villardeciervos elevó a escena una comedia "La venganza de la Petra" donde la protagonista urde un plan para escarmentar a su marido vago y mujeriego. Y como decía Jesús García "el Molinero" en su presentación en verso "perdonen los fallos, a pesar de los años, ponemos la máxima ilusión", y con igual ilusión sus convecinos recibieron el estreno teatral.