La Opinión de Zamora

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Nuevos desprendimientos en la iglesia de Molacillos

Una cornisa cae en forma de grandes cascotes entre los bancos de los feligreses, acelerando el deterioro del máximo exponente del arte levantino en Castilla y León

Cornisa desprendida en la iglesia de Molacillos. Cedida

Continúa el deterioro de la iglesia de Molacillos. El único ejemplo de la arquitectura barroca levantina que existe en Castilla y León lleva años degradándose y corre serio riesgo de desaparecer, como denunciaba este diario hace apenas dos semanas. Pero, además de la pérdida patrimonial, los daños en la iglesia de Molacillos suponen un peligro real para las personas.

Recientemente se ha desprendido una cornisa en el interior del templo. El pedazo de yeso cayó al suelo fragmentado en seis cascotes de tamaño considerable, cascotes que cayeron entre los bancos destinados a la feligresía.

Algunos de los cascotes caídos de la cornisa despendida en la iglesia de Molacillos. Cedida

Los vecinos encontraron los cascotes el pasado fin de semana cuando abrieron la iglesia para la misa dominical. Si el desprendimiento hubiera ocurrido en ese momento “podríamos estar hablando de una desgracia mayor”, señala una vecina de Molacillos. Los pedazos tienen la contundencia suficiente para provocar la muerte de una persona si llegan a caer cuando la iglesia está llena.

No es la primera vez que se producen desprendimientos dentro de la iglesia de Molacillos, pero cada vez son más frecuentes y preocupantes. Las dos naves laterales llevan años acotadas con carteles que advierten del peligro y disuaden al público de acceder a esas dos zonas, las más afectadas por las humedades que provocan los desprendimientos. Esta vez, los cascotes han caído a ambos lados de la valla, de hecho los más grandes fueron a parar a una zona donde el acceso aún está permitido.

La cornisa desprendida tenía carácter decorativo y se encontraba sobre uno de los arcos de una nave lateral.

Cornisa desprendida en la iglesia de Molacillos. Cedida

El propio arco también está muy afectado por la humedad y ya había perdido gran parte del revestimiento de yeso, como tantas otras zonas de la iglesia en las que el agua se ha ido llevando por delante la pintura mural primero y el enlucido después, y ha dejado el ladrillo al descubierto.

Cabe recordar que, además de contar con una torre emblemática, el interior de la iglesia de Molacillos es igual de sorprendente, al contar con pinturas murales en todo el techo, el zócalo y la mayor parte de las paredes. Obras del siglo XVIII que están desapareciendo por el abandono al que está sometido el templo.

Más cascotes caídos en la iglesia de Molacillos. Cedida

La iglesia fue construida al estilo “levantino”, y sin reparo en gastos, gracias al mecenazgo de Andrés Mayoral Alonso de Mella, un clérigo nacido en Molacillos que llegó a ser arzobispo de Valencia y que además de aportar el dinero envió desde su Archidiócesis al arquitecto, al maestro de obras y a los artistas, que hicieron en plena meseta una obra típica de la costa mediterránea. Por eso no hay otra iglesia parecida en toda la comunidad de Castilla y León.

Abandono institucional de un templo único en Zamora

La iglesia de Molacillos está declarada oficialmente “monumento histórico-artístico con carácter nacional” y Bien de Interés Cultural. Títulos que en la práctica no han movido a ninguna institución a asegurar la preservación de este bien patrimonial.

El deterioro del templo se ha ido agravando año tras año y las peticiones de ayuda del Ayuntamiento de Molacillos no han sido atendidas. Un municipio de 239 habitantes carece de capacidad económica y técnica para abordar una rehabilitación integral como la que exige esta iglesia, que repare y asegure la cubierta, evite la aparición de nuevas humedades, elimine las manchas de techos y paredes, reponga los elementos desprendidos, restaure las pinturas dañadas y proteja al templo de la vegetación y de la avifauna.

Tanto el Ministerio de Cultura (Gobierno de España) como la Junta de Castilla y León adquirieron el compromiso de cuidar esta iglesia al otorgarle sus respectivas figuras de protección en 1976 y 1983, respectivamente. Por otro lado, el Obispado de Zamora es el titular del edificio, que además es el único templo que existe en la localidad.

Ahora, la iglesia de Molacillos cuenta con una tercera “titulación”, el dudoso honor de aparecer en la Lista Roja del Patrimonio que elabora la Fundación Hispania Nostra. Esto significa que un comité científico ha comprobado que el riesgo de desaparición de este monumento es real si no se adoptan medidas de carácter urgente para frenar y revertir su deterioro

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