España ha remitido ayer la versión final del Plan Estratégico Nacional de la Política Agraria Común (PAC) a Bruselas, uno de los últimos pasos antes del cierre definitivo de las negociaciones que durante tres años se han mantenido para llegar a la elaboración de la que será la PAC más verde de la historia y que trae novedades tan polémicas como los ecoesquemas.

La falta de consenso en la redacción del Plan Estratégico es el sentimiento generalizado ante las OPAS, que explican que muchas de sus peticiones se han quedado en el cajón. De las novedades que finalmente sí se han remito a Europa –a espera de su aprobación final– destacan la reducción de la ayuda básica, el pago redistributivo, la definición de agricultor, la preocupación por el relevo generacional y la inclusión de la mujer en el sector agrario para romper la brecha de género, que se incluye por primera vez en la PAC.

Relevo generacional

Las explotaciones desaparecen progresivamente desde hace décadas, una tendencia que no se detiene y que incluso se acelera en el caso de los ganaderos de vacuno de leche, de los que apenas quedan ochenta en toda la provincia de Zamora. El relevo generacional es uno de los objetivos principales de la nueva PAC ante un horizonte en el que los jóvenes se incorporan cada vez menos al sector agrícola y los cierres aumentan. La subida de los costes de producción y los bajos precios de compra son algunas de las principales trabas no solo para mantener una explotación, sino también para crearla.

El campo de Zamora ha perdido una quinta parte de sus profesionales a lo largo de la última década. Al terminar diciembre de 2009 había en la provincia 6.016 profesionales del sector primario, frente a los 4.828 de 2020. Desde 2009 a 2020, Zamora ha perdido una media de dos agricultores y ganaderos cada semana, datos que a falta de actualizarse, sugieren haber seguido empeorando durante el 2021, según estima Lorenzo Rivera, coordinador de COAG en Castilla y León.

Se apuesta por el relevo generacional porque saben que no lo hay, pero con las trabas que hay a ver quién se queda”, considera Antonio Medina, presidente de Asaja Zamora, que explica que a pesar de las ayudas que se darían a la incorporación de jóvenes y modernización de explotaciones, los factores como el precio de venta y los requisitos para percibir las ayudas compensatorias hacen que el saldo de explotaciones que se abren y se cierran continúe siendo negativo. “Tememos que la ganadería extensiva desaparezca”.

“Las incorporaciones nunca son las suficientes para equilibrar los que se van jubilando”, confirma Rivera sobre los datos recién desvelados de la Junta sobre el escaso centenar de jóvenes que en 2021 se han unido al sector en Zamora. “Los jóvenes dependen de los mercados y los precios justos, si tenemos unos mercados especulativos cerraran explotaciones. Los ingresos agrarios son un 70% por lo que percibimos y un 30% por las ayudas”, resuelve Aurelio González, secretario autonómico de UPA, sobre el problema de fondo de la incorporación de jóvenes al campo.

Perspectiva de género

Por primera vez en la historia las mujeres agricultoras y ganaderas cuentan con un espacio propio dentro de la regulación de la política agraria. Esta nueva incorporación del género a la normativa se traducirá en líneas de ayudas específicas para las explotaciones agrícolas y ganaderas dirigidas por mujeres que podrán incrementar los ingresos hasta en un 15%, una de las victorias de la PAC.

Agricultores profesionales

“Más del 50% de los agricultores zamoranos viven de otra cosa”, sentencia Rivera con los datos en la mano: con menos de 5.000 inscritos en la Seguridad Social agraria, Zamora es la provincia de Castilla y León con más beneficiarios PAC, casi 9.000, datos de los que se desprende la alta presencia de minifundios y actividades secundarias que imperan en la provincia. La nueva definición de agricultor genuino que incorpora la PAC hace posible que personas cuya actividad principal no es la agricultura o la ganadería puedan percibir los pagos compensatorios, línea muy “perjudicial”, coinciden las OPAS.

Límites máximos

La nueva PAC trae reducciones en las cuantías totales, además de limitaciones y reducciones en la ayuda básica de las explotaciones. En este sentido, la nueva PAC incorpora la aplicación del “capping” (o tope máximo de ayudas por explotación) que fijará el importe máximo de los pagos básicos a 100.000 euros con una reducción progresiva cuando supere los 60.000 euros. Además, se podrán descontar los costes salariales y laborales, y en cualquier ninguna explotación cobrará más de 200.000 euros.

Pago redistributivo

Las reformas de última hora han llegado con el pago redistributivo. Así, las primera diez hectáreas del pago básico quedarían en un pago íntegro, mientras que a partir de las 75 hectáreas se cobraría el 10% del pago redistributivo, tamaño de explotación mayoritaria en la comunidad, “el gran problema que vemos y que daña a los profesionales” resuelve Rivera. Desde UPA González ve el 10% como una derrota frente a la expectativa del 20%.

Más de 700 millones para ganadería de leche y extensiva

Hasta 2027 la PAC inyectará 47.724 millones de euros al campo, que en términos anuales se traduciría en 4.800 millones de euros por ejercicio y 1.700 millones en medidas de desarrollo rural.

Los sectores en dificultad contarán con ayudas asociadas valoradas en 700 millones de euros en medidas de mercado. Según el Gobierno los primeros en recibir estas ayudas serán los ganaderos, en particular, los de producción extensiva y se incrementarán los fondos para el vacuno de leche y el caprino.

Además, se introduce la ayuda del plan de ovino para ayudar a nivel estatal a ambas ganaderías. Esta propuesta ha llegado a petición de la Consejería de Castilla y León en acuerdo con las OPAS, una medida especialmente diseñada para la región, que es la Comunidad con mas cabezas de ovino, según indican desde COAG, un animal “fundamental” en la estructura del medio rural de Castilla y León y de su tradición ganadera.

La Junta “seguirá trabajando” hasta que Europa decida

La Junta de Castilla y León seguirá trabajando para defender el modelo de agricultura extensiva que se practica en la comunidad. “Lo que se ha mandado a Europa es un borrador, que Bruselas tiene 6 meses para analizar, y veremos el grado de aceptación por parte de la Comisión y si se aprueba”. Por eso, “seguiremos negociando”, aseguraba ayer en Villalpando el consejero de Agricultura, Jesús Julio Carnero. Desde el primer momento Castilla y León se opuso a la postura de Europa “porque pone el acento en los aspectos medioambientales dejando de un lado las compensaciones que deben recibir los agricultores y ganaderos por llevar a cabo esas prácticas”. La posición unánime de la comunidad –partidos políticos, OPAs y cooperativas– consiguió eliminar la regresividad en la propuesta del Ministerio y que el pago redistributivo es menor de lo planteado al inicio.