La villa de Alcañices acoge hoy la celebración de la VIII Jornada de Exaltación de la Capa Parda Alistana de Honras y Respeto con unos actos de hermandad y convivencia en plena Raya hispanolusa donde el objetivo principal es poner en valor una de las prendas más peculiares y ancestrales de la Península Ibérica que, durante siglos, ha sido fiel compañera de viaje de las familias alistanas desde el amanecer al ocaso de la vida.

Será la primera cita en la “era COVID” tras la última celebración en Rabanales en 2019, tras suspenderse la exaltación de 2020 a causa de la pandemia y a la espera ya de recuperar todo su esplendor en 2022.

Fue el 12 de septiembre de 1792 cuando los monarcas don Dinís de Portugal (acompañado de su esposa Santa Isabel de Aragón) y Fernando IV “El Emplazado” de Castilla (sólo un niño arropado por su madre María de Molina y su tío Enrique) rubricaban la “Concordia de Alcañices” fijando la frontera más antigua de Europa.

La Plaza Mayor de Alcañices, 724 años después, a la vera de la histórica Torre del Reloj, acoge hacia las 12 de la mañana el inicio de los actos con la recepción de los participantes en la jornada de exaltación, los cuales van a ser obsequiados con una pequeña convidada alistana por cortesía del Ayuntamiento alcañizano que preside el alcalde Jesús María Lorenzo Más.

Con paisaje y ambiente rayano reconvertidos al color pardo alistano, de los paños de la lana de la oveja castellana negra, una hora después, las calles Hospital y San Andrés se convertirán en la pasarela peatonal por donde los hombres y mujeres de España y Portugal lucirán su capas pardas alistanas de honras y respeto camino del santuario mariano diocesano de peregrinación de Nuestra Señora la Virgen de la Salud para postrarse ante la gran señora y patrona de la acogedora comarca de Aliste.

"Que nadie se equivoque, en esta parte alistana de la provincia se cree en el más allá, pero también en el más acá"

A las 13.15 horas, el templo construido hacia el año 1542 por la orden tercera de San Francisco, acogerá la misa en honor a San Martín de Tours (patrono de las capas), oficiada por el arcipreste Fernando Lorenzo Martín, acompañado por el cura Pedro García González. Oficio religioso cantado por la coral de la agrupación folclórica alistana Manteos y Monteras cuyos hombres y mujeres irán ataviados con la ancestral indumentaria tradicional alistana y la música de las gaitas de fole y las dulzainas.

Uno de los momentos más emotivos como cada año será la exaltación de la capa parda alistana de Honras y Respeto que en esta ocasión correr cargo del periodista zamorano, natural de la localidad de Sanzoles del Vino y ex redactor jefe de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, Celedonio Pérez Sánchez, siempre comprometido como profesional y como persona con el medio rural, en concreto con Aliste, donde dirigió los concejos abiertos del periódico allá por los años noventa del pasado siglo XX.

Exaltación de la capa parda alistana.

La capa, un motivo para “no dejar que se muera esta comarca"

Celedonio Pérez Sánchez se muestra orgulloso de Aliste y los alistanos y alistanas y asevera que “la capa parda alistana de honras y respeto se ha convertido ya en el emblema de la comarca y de toda la provincia de Zamora. Es por lo que significa, patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Por eso, una vez que se consiga la calificación de Bien de Interés Cultural, hay que ir en busca del reconocimiento de la Unesco. Tenemos que luchar para que nadie se muera en esta comarca y en esta provincia con el convencimiento de que no va a ser acompañado por sus hijos en el viaje eterno. Los servicios en el ámbito rural no deben ser un privilegio, son un derecho al que no hay que tapar con capillo y si abrir de par en par, que no es dávida lo que es justicia”. Sentencia el pregonero que “la capa parda es mucho más que una prenda singular, es esencia y símbolo de Aliste, y encierra en su diseño y geografía las razones intangibles que han ahormado la forma de ser y de pensar de una comarca. Las gentes de esta tierra se tapan con la capa parda no para ocultar sino para abrirse al mundo, para airear sus particularidades y mostrarlas con afán de universalidad. Queremos recuperar los hitos del pasado para que nos sirvan de isletas donde refugiarnos de las riadas del presente. A mediados del siglo pasado, la capa alistana vivió su particular Rubicón, cruzó el tiempo oscuro y salió reforzada, hoy está en fase creciente. Que nadie se equivoque, en esta parte alistana de la provincia se cree en el más allá, pero también en el más acá”. Más tarde, Rabanales acoge la comida comunitaria, de hermandad y convivencia, tras la velada.