La comarca de Aliste inicia la esperada y prometedora campaña micológica de otoño de 2021 con la puesta en marcha de un nuevo acotado micológico, el ZA-50019, promovido por el Ayuntamiento de Alcañices (Vivinera, Santa Ana y Alcorcillo), –que integra terrenos públicos de los cuatro pueblos– y ha aprobado oficialmente la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.

Los vecinos contarán con diversidad de paisajes desde los pinares de Bruñosinos, La Encrucijada y La Ribera de Alcorcillo a montes de encinas como El Carrascal de Vivinera, los robledales del Monte Sahú y Los Llombos y los castañares de todos los pueblos. Obviamente de los terrenos públicos no de los privados.

El Ayuntamiento de Alcañices dejó de pertenecer a la Unidad de Gestión Micológica “Montes de Zamora”, de Micocyl, y a su acotado el pasado 31 de julio de 2021, un duro revés para dicha agrupación de municipios que ha visto reducida de esta manera su superficie a 20.348,63 hectáreas, con una previsión de producción media anual sostenible de 171.776 kilos de setas y un número máximo de 8.929 permisos de recolección, una cifra que ni de lejos se ha conseguido alcanzar los últimos años.

La comarca natural de Aliste, Tábara y Alba es el auténtico paraíso micológico de Castilla y León y “Montes de Zamora” tenía en sus pueblos su principal potencial.

Tras las últimas salidas de los ayuntamientos de Tábara y Alcañices solo cinco municipios de la comarca se mantienen en Montes de Zamora: San Vitero, Trabazos, Viñas, Riofrío y Ferreruela.

El coto micológico de Alcañices abarca una superficie geográfica total de 2.480,20 hectáreas de Montes de Utilidad Pública y montes patrimoniales de libre disposición mediante acuerdo de la Corporación Municipal a propuesta del alcalde Jesús Lorenzo Más.

El Ayuntamiento de Alcañices pondrá en marcha una ordenanza reguladora propia del aprovechamiento micológico con las normas y precios para la obtención de los permisos que ya han sido fijados y aprobados, así como un manual de buenas prácticas que deberán seguir todos los recolectores de setas silvestres.

Los beneficiarios directos serán los empadronados en el municipio que, si llevan inscritos en el padrón más de 365 días, podrán obtener el permiso para todo el año por solamente 15 euros. Los vinculados (originarios de los pueblos pero no empadronados) abonarán por el permiso de temporada 50 euros. Los foráneos podrán acceder a recoger setas en Alcañices, Vivinera, Santa Ana y Alcorcillo durante un año, siempre que abonen 600 euros por el permiso. En cualquier caso los permisos son personales y no se pueden transferir ni utilizar por otra persona que no sea su propietario.

Recolección de setas en un monte del municipio. | Ch. S.

Uno de los paraísos micológicos del municipio es el monte “Sierra de Bruñosinos”, fronterizo con la región de Tras os Montes y Alto Duro en Portugal, de 230,92 hectáreas de superficie, en su práctica totalidad forestal, con las especies Pinus pinaster, Quercus pyrenaica y tozza.

Hacia el termino de la localidad de Matellales está “El Gorjón” con 60 hectáreas con las mismas especies arbóreas y además Quercus ilex y pinus nigra y sylvestris.

Los otros montes acotados son: Los Llombos (163,76 hectáreas), amojonado desde el 8 de diciembre de 1932; Sahú (192,65 hectáreas) desde 1972, Urrieta los Cantos (276,04) desde 1973: “La Sierra” (778,54), El Carrascal (232,33) desde 24 de julio de 1969 y El Majadal (352 hectáreas).

La provincia de Zamora incremente este año los acotados micológicos a 18 y de ellos ocho se sitúan en la zona de Aliste y Tábara afectando a 22 pueblos diferentes, con un acotamiento de setas silvestres de 14.566,87 hectáreas: Figueruela de Arriba (Figueruela de Abajo, Fechas, Riomanzanas, Moldones, Villarino Manzanas y Gallegos del Campo) con 4.008,31 hectáreas; Samir de los Caños con 415,42; Rábano de Aliste (Tola, Sejas y San Mamed) con 2.496,73; Tábara con 2.897,76; Ferreras de Abajo con 594,12 y Alcañices (Santa Ana, Vivinera y Alcorcillo) con 2.490,20, más dos cotos privados, “San Miguel de Mangas” en Faramontanos con 404,19 hectáreas y “Dehesa de Pozos” en Tábara con 1.260,14, ambos en fincas antaño en manos de la familia de los Martínez de Irujo.

Los restantes cotos micológicos son: Ayoó de Vidriales (1.668 hectáreas), Palacios de Sanabria (545), Rosinos de la Requejada (1.509), Manzanal de Arriba (6.820), Villanueva de Valrojo (1.188), Villardeciervos (3.428), Muelas de los Caballeros (8.803) y Manzanal de los Infantes (696).

Los 18 acotados municipales suman en sus conjunto 42.795,4 hectáreas. Los cotos municipales, con 22.446,77 hectáreas, superan ya a la Unidad de Gestión Micológica “Montes de Zamora” con 20.348,63 hectáreas.

Dado el carácter fronterizo del coto micológico de Alcañices y de fácil acceso al ser cruzado por las carreteras Nacional 122 y “Tres Marras”, tanto los efectivos de la Guardia Civil como agentes de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León se encargarán de vigilar y velar para que los recolectores, españoles o extranjeros, cumplan con la normativa vigente para conservar el ecosistema y la biodiversidad de los montes: “Los hongos silvestres constituyen una parte esencial del patrimonio natural de todos nuestros pueblos y en consecuencia su biodiversidad debe de ser adecuadamente conservada en el presente para las generaciones venideras del futuro”.

El coto alcañizano prohíbe tajantemente “la remoción del suelo de forma que se altere la capa vegetal superficial o se levante el mantillo, ya sea manualmente o mediante cualquier herramienta, salvo en el caso de los hongos hipógeos”. Una mala práctica esta desgraciadamente demasiado habitual en los pinares para recolectar níscalos.

Está prohibida la utilización como el porte de hoces, rastrillos, escardillos, azadas y a cualquier otra herramienta análoga. El horario de recolección será siempre diurno ya que se prohíbe durante la noche: desde el ocaso al orto.

Los sistemas y recipientes usados para la recolección de setas silvestres y su traslado dentro de los montes beberán ser rígidos o semirrígidos y por todos sus lados, de modo que permitan su aireación y la caída al exterior de esporas. Se recomienda las ancestrales cestas alistanas de mimbre. Se prohíbe hacerlo en cubos de goma o hierro y bolsas de plástico.