La antigua fortaleza del Castillo de Alba cuenta con un nuevo acceso viario en condiciones para facilitar las visitas a la histórica morada de los condes de Alba de Aliste y anteriormente de los caballeros de la Orden del Templo, uno de los valores patrimoniales que más visitas recibe de toda la comarca.

La fortaleza de Castillo de Alba domina sobre el río Aliste. | Ch. S.

La Diputación de Zamora daba por culminada, antes de la llegada del verano –como prometió el vicepresidente tercero y responsable de carreteras José María Barrios en la inauguración del puente de Domez–, la mejora de la carretera ZA-P-2439 que sirve de nexo de unión entre Aliste y Alba desde Fonfría (Nacional 122) a Carbajales (ZA-P-1405 de Zamora a Mahide).

Se trata de una vía de comunicación secundaria que había visto muy deteriorado su trazado con el paso de los años y el firme ofrecía graves deficiencias que dificultaban el tráfico.

La solución ha pasado por dotarla de una nueva capa de rodadura de mezcla bituminosa en caliente (aglomerado) que según los propios vecinos ha hecho que la carretera quede “como nueva, ahora sí se puede circular con garantías, sin arriesgarte a salirte o a destrozar el coche pues el firme era ya muy irregular”. La empresa Herbiplast se encargó ayer de dotar a la carretera de la nueva señalización horizontal.

Las obras han afectado directamente al tramo que va desde su inicio (cruce con la ZA-902 de la Junta de Castilla y León de Fonfría a Tábara) hasta el puente que hay sobre el antiguo cauce del río Aliste (hoy zona embalsada del Salto de Ricobayo). Hace varios años ya se ejecutó la mejora desde dicho viaducto hasta el casco urbano de Carbajales. Dentro del término de Fonfría se ha mejorado el trazado por los parajes de “Cernada”, “Navayo”, “Llameras” y “Sierrico”. En el término de Bermillo de Alba en “Sierrico”, “La Rozada”, “Peña la Rodilla” y “Sierra el Cesto”.

Mejorada la Fonfría-Carbajales, se afrontó así mismo la mejora de la carretera de acceso, de 1.800 metros, ZA-V-2439, que enlaza la anterior con la pequeña localidad de Castillo de Alba , lo cual favorecerá el acceso a la fortaleza.

También se ha actuado en la ZA-P-2430 desde el cruce con la Fonfría-Carbajales hasta Videmala con un recorrido de 4.100 metros. Por ella se puede acceder también a Bermillo de Alba.

La Junta de Castilla y León afrontó a primeros de año la mejora del tramo de la ZA-902 desde la travesía de la carretera Nacional 122 (Fonfría de Aliste) hasta el lugar donde se bifurca hacia Vide y a su vez tiene su inicio la ZA-2439 de la Diputación de Zamora a Carbajales.

La autonómica ZA-902 conexiona entre si la Nacional 122 (Fonfría) y la Nacional 631 (Tábara), con un recorrido de 25 kilómetros.

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León prevé licitar y ejecutar a lo largo de este año el tramo que va desde el cruce con la ZA-2439 (Fonfría) de la Diputación de Zamora hasta el cruce (término de Vegalatrave) con la ZA-P-1405 de Zamora a Mahide. Las obras afectarán directamente un recorrido de 10 kilómetros y 150 metros, –que cruza sobre el embalse del Esla–, por los términos de Losacino, Vegalatrave y Vide. Las obras tendrán un presupuesto base de licitación para su ejecución material mediante contrata de 186.000 euros.

Los alcaldes de los cuatro municipios afectados por las obras de mejora, Sergio López Vaquero (Fonfría), Roberto Fuentes Gervás (Carbajales de Alba), Daniel Fuentes Bartolomé (Losacino) y José Rodrigo Vaquero (Videmala) mostraban ayer su satisfacción por las actuaciones que “contribuyen a mejorar las comunicaciones entre nuestros pueblos y municipios y mejorar la calidad de vida de los vecinos que residimos en ellos”.

Próximamente se iniciará la ejecución material del proyecto viario más importante en la zona alistana previsto para este año: se trata del ensanche, refuerzo y acondicionamiento de la carretera provincial ZA-V-2423, más conocida como el Corredor del Rincón que vertebra a nivel viario el municipio de Rábano (Sejas, Tola y San Mamed).

De Fernando II a los condes de Alba de Liste pasando por los templarios

El pueblo con mayor cuna histórica de la zona agoniza, y testigo de ello es la fortaleza del Castillo de Alba que tendría como poco 833 años, dado que los historiadores estiman que fue levantada durante el reinado de Fernando II de León, que se extendió desde 1157 hasta 1188. Su origen tendría más que ver con la defensa de las fronteras con el cercano reino de Portugal que con la Reconquista. El primer manuscrito sobre la fortaleza data de Alfonso IX, rey de León nacido en Zamora, hijo de Fernando II, cuando entregó el Castillo de Alba a Pedro Fernández, uno de los personajes más influyentes de la época además de su consejero personal. El 15 de febrero de 1191 formó parte de la dote en el casorio de Alfonso con la hija de Sancho I de Portugal, Teresa, que eran parientes, lo cual llevó, por incesto, a que el matrimonio fuera declarado nulo con posterioridad en Roma por el papa Celestino III. Con el Tratado de Cabreros el Castillo de Alba y parte de los pueblos de los alrededores pasaron a Fernando III “El Santo” (el rey niño) tras rubricar sus padres su ansiada separación matrimonial. La llegada de los caballeros templarios al Castillo de Alba tenía lugar a principios de octubre de hace 800 años tras la Concordia de Villafáfila donde el rey Alfonso IX se lo entregaba con fecha de 27 de septiembre de 1220. Se iniciaba ahí uno de los períodos más gloriosos de Castillo de Alba, concretamente de 92 años, hasta la supresión de la Orden del Templo de Salomón por el papa Clemente V en 1312, cuando estaba fray Gómez Pérez como Comendador de Alba de Aliste. Juan II donó el castillo luego a Álvaro de Luna en 1434 que a su vez lo entrego a Enrique de Guzmán.