El reciente concurso de traslados entre los funcionarios habilitados como secretarios-interventores de la Administración Local ha dejado a varios ayuntamientos rurales de la provincia de Zamora temporalmente sin esta figura esencial para el funcionamiento de la Administración local, a la espera de encontrar otro habilitado que cubra el puesto.

El problema es que, mientras tanto, el día a día de la Administración local queda paralizado por una temporada. Sin un secretario-interventor el ayuntamiento no puede resolver la mayoría de los trámites porque necesitan de la firma de estos funcionarios que, entre otras cuestiones, se ocupan de que todo en el ayuntamiento se haga respetando la legislación vigente.

En las últimas semanas han quedado vacantes en municipios como San Vitero, como la agrupación de Roales y La Hiniesta, la agrupación de Pinilla de Toro, Abezames, Villalonso y Pozoantiguo, la agrupación de Arcenillas y Santa Clara de Avedillo o la agrupación de Cañizal y Vallesa de la Guareña, entre otras. Sin embargo, en muchas ocasiones los ayuntamientos rurales tienen serias dificultades para encontrar funcionarios que cubran estas plazas. Parte del problema está en que no existen demasiadas personas con la hablitación nacional para ejercer de secretario-interventor en comparación con la gran cantidad de ayuntamientos que existen en España (más de 8.000 municipios) . De hecho, en la última ocasión en que se hizo el examen no se pudieron cubrir todas las plazas ofertadas porque no se habían presentado suficientes candidatos.

Este problema se agrava por el hecho de que para los pocos funcionarios con habilitación los ayuntamientos de Castilla y León, y en especial los de las zonas rurales más despobladas, no están entre las opciones más atractivas para trabajar. “Lo esencial es que las plazas sean atractivas, si en Extremadura, en Madrid o en cualquier otro lugar ofrecen mejores condiciones no hay motivo para elegir una plaza menos atractiva aquí, a no ser que haya previamente un arraigo a esta tierra, hay que pensar cómo hacerlas más atractivas”, argumenta Constantino Carretero, presidente del Colegio Oficial de Secretarios, Interventores y Tesoreros de Zamora.

Zonas más demandadas

La diferencia entre las plazas que se ofertan en esta provincia, y en el resto de Castilla y León, con las de otras zonas de España más demandadas no están solo en el salario, sino también y principalmente en lo que se exige a este tipo de profesionales. En un municipio pequeño el ayuntamiento no se puede permitir una plantilla demasiado grande y en muchas ocasiones el secretario-interventor es la única persona que trabaja en las oficinas. “A la profesión se accede con una oposición de la categoría A1, las de mayor exigencia, pero se pone a ese funcionario a hacer además de sus labores otras como la atención al público que deberían desempeñar administrativos o auxiliares, porque no hay nadie más en el ayuntamiento”, abunda el presidente de los secretarios-interventores zamoranos Esta situación es muy habitual particularmente en aquellos municipios de menos de 500 habitantes, que en la provincia de Zamora son la gran mayoría.

Este tipo de situaciones también van en perjuicio del interés económico de los municipios, que tienen que hacer un esfuerzo para pagar el sueldo de un funcionario de categoría A1 para tenerlo gran parte de su jornada laboral realizando labores propias del grupo C.

A esto se añade la dificultad de atender varios ayuntamientos a la vez, ya que estos pequeños pueblos se suelen agrupar para hacer frente a la contratación del secretario-interventor. “Llevar más de dos o tres municipios al mismo tiempo, empieza a ser un poco complicado”, valora Carretero. Por eso, en opinión del representante del Colegio Oficial la solución a largo plazo exigiría “repensar la forma en la que funcionan los ayuntamientos de los municipios más pequeños”, o bien “pensar en fusiones, como se ha hecho en otros lugares”.

Mientras tanto, las vacantes se cubren o con interinos o con personal que sale de bolsas de empleo. Sin embargo, aún hay candidatos pendientes de saber cuándo podrán presentarse al examen de oposición que fue convocado en 2019, aplazado en 2020 por la pandemia y que a mediados de 2021 aún no tiene fecha.