Morales volverá a celebrar este año la tradicional fiesta del Cristo el próximo 9 de mayo, tras la obligada y excepcional suspensión de esta destacada cita el año pasado como consecuencia de la pandemia del coronavirus. La recuperación de esta festividad coincide con la fecha en la que se cumplirá el fin del estado de alarma decretado por el Gobierno durante los últimos seis meses y el Ayuntamiento de Morales afronta esta festividad con el difícil reto de evitar las aglomeraciones que habitualmente se producen en esta romería, que con anterioridad a la crisis sanitaria lograba reunir a centenares de personas en la campa que rodea la ermita del Cristo de Morales.

“Se va a celebrar, pero todavía no sabemos cómo, no tenemos nada decidido”, admite la alcaldesa de Morales, Carmen Lorenzo. Será la primera romería que se celebre en la provincia tras el fin de las restricciones impuestas por el estado de alarma, sin que todavía se haya concretado lo que se puede o no se puede hacer a partir de esa fecha, más allá de poner fin a medidas en vigor a día de hoy como la prohibición de las reuniones de más de seis personas o la desaparición del toque de queda a partir de las diez de la noche.

Nuevos bancos instalados en la entrada de la ermita. | Cedida

Un nuevo escenario marcado por la incertidumbre que llevará al Ayuntamiento de Morales a apostar por una celebración de la fiesta del Cristo de Morales modesta, con una reducción de formato y con limitación de las actividades previstas. De hecho, el Consistorio todavía no ha decidido sí se permitirá la instalación de las tradicionales casetas de comida y bebida o de dulces tradicionales. “Estamos en un sinvivir y no sabemos qué hacer porque si hace bueno mucha gente se va a acercar a la ermita y no queremos vernos desbordados”, confiesa Lorenzo.

A solo tres semanas de la cita festiva y a la espera de concretar las decisiones oportunas, lo que sí está definido es un cambio de formato de las actividades infantiles. “No habrá hinchables, sino que nuestra idea es hacer actividades en las que los niños estén sentados y de la misma forma se pueden plantear conciertos o otras opciones para los mayores”, precisa la regidora municipal.

Actos religiosos

Las actividades religiosas ligadas a esta fiesta también se verán trastocadas como consecuencia de la situación de incertidumbre y con el objetivo de evitar aglomeraciones. Así, no se celebrará la tradicional procesión protagonizada por la Virgen del Rosario desde la iglesia de La Asunción Morales hasta la ermita del Cristo. En su lugar, la imagen será trasladada sin desfile hasta la capilla, como ya se hizo el año pasado, para que el 9 de mayo pueda ser visitada por los fieles. Sí se mantendrá la actividad religiosa prevista tanto las jornadas previas, con una novena que comenzará el 1 de mayo, como el día de la propia festividad, a falta de concretar la frecuencia de las misas que se podrán celebrar. En años anteriores a la pandemia, la ermita ofrecía un servicio religioso cada media hora a lo largo de la mañana, “pero eso es impensable este año porque hay que desinfectar entre misa y misa”, explica el párroco de Morales, Francisco Ortega. Sin embargo, anuncia que “el día 9 de mayo habrá varias misas, pero no sabemos cuántas ni cada cuanto tiempo a la espera de las limitaciones que ponga la Junta de Castilla y León una vez que concluya el estado de alarma”. Además, según avanza, también se baraja la posibilidad de hacer las misas al aire libre en la explanada situada detrás de la ermita, algo que, según puntualiza, “no sería la primera vez que se hace porque cuando ha habido alguna situación extraordinaria también se ha hecho, la ultima vez creo que fue al concluir la Guerra Civil”.

Antes de que llegue la fiesta del Cristo, la ermita acogerá el próximo domingo la festividad de San Marcos con una misa a la que está previsto que asistan representantes de las corporaciones municipales de Morales y Villaralbo.