Los edificios del Poblado de Villalcampo, en su día construido por Iberdrola (antes Iberduero) para el asentamiento de familias que trabajaban en las obras de la presa, han sido completamente sellados en puertas y ventanas. La empresa hidroeléctrica ha tomado esta medida para evitar actos vandálicos y después de sufrir episodios por parte de personas accedían a los edificios y provocaban destrozos.

Arriba antiguo alojamiento rural y viviendas del complejo, ahora cegadas para impedir la entrada. | LOZ

Todos los posibles accesos al interior de las construcciones han sido tapiados en lo que parece el “cierre” definitivo de un complejo que dejó de habitarse hace unas tres décadas después de una etapa de esplendor a la sombra del auge hidroeléctrico.

Ahora el poblado se encuentra deshabitado por completo desde que cesara definitivamente la última actividad en uno de los edificios utilizado como alojamiento de turismo rural. Fue en el año 2017 después de varias temporadas acogiendo a deportistas y selecciones de piragüismo que acudían a prepararse en las aguas del Duero.

El poblado de Villalcampo, tapiado

El poblado de Villalcampo, tapiado

En noviembre del año pasado tres jóvenes eran identificados como supuestos autores de los destrozos en las antiguas viviendas. La Guardia Civil los puso a disposición judicial como presuntos responsables de un delito contra la propiedad. Como confirmó en su momento la Benemérita, los jóvenes habrían provocado daños en 14 viviendas por un valor de 35.000 euros. Al final del verano una denuncia en el cuartel de Muelas del Pan permitió abrir una investigación y la localización de los presuntos responsables.

Las acciones vandálicas provocaron rotura de enseres y parte del mobiliario de alguna de las edificaciones, así como pintadas en varias de ellas. Durante lo últimos tiempos se han visto afectadas construcciones que antaño se utilizaban como hospedería, escuela, economato, iglesia o la casa del maestro que formaban parte de la vida del Villalcampo durante su periodo más floreciente. Ventanas y puertas de la edificación han sido objetivo de los desaprensivos que aprovechaban el vacío para entrar en los edificios, aunque estos se encuentran prácticamente desocupados.

El poblado de Villalcampo, tapiado

El poblado de Villalcampo, tapiado

Parecida suerte ha corrido el poblado de Castro, construido a finales de los 40 con motivo de la construcción de la presa. El salto de Villalcampo comenzó a construirse a mediados de 1942 y será la primera presa construida en el cauce del río Duero, en el tramo intermedio antes de internarse en Portugal. Una época de máximo esplendor donde han nacido y crecido generaciones de zamoranos a abrigo de las pujantes obras de ingeniería que asentaron a centenares de familias. Hoy el de Villalcampo es un poblado fantasma aunque sus edificios conserven toda la solidez.