La asociación profesional Apicultores Libres Sanabria-Carballeda rechaza la supresión de las distancias mínimas en el asentamiento de colmenares trashumantes en perjuicio de los colmenares locales, como uno de los posibles cambios en el Plan Nacional Apícola, actualmente está en vigor 2020-2022. Una medida que respaldan prácticamente todas las asociaciones y colectivos apícolas de la provincia, como señaló el presidente de Apicultores Libres, José Antonio González, y en confrontación con otras comunidades autónomas, asociaciones, sindicatos y cooperativas que fomentan la trashumancia apícola, en perjuicio de los residentes.

Las diferencias entre apicultores estantes afincados en el terreno y los apicultores trashumantes procedentes de otras provincias y Comunidades Autónomas son constantes y se volvieron a plantear en la reunión virtual entre las asociaciones de apicultores de Castilla y León y los responsables de la Dirección de Producción Agropecuaria de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural. Una reunión virtual, con muchos problemas de conexión por las deficiencias en las coberturas de internet y de móvil, con intervenciones entrecortadas.

Apicultores Libres

Apicultores Libres ha presentado una serie de propuestas al futuro plan para garantizar la viabilidad de las explotaciones provinciales. Así piden que los tratamientos subvencionados para combatir la varroasis, de 3 euros por colmena, no diferencie entre apicultores a título principal de los que no son dedicación exclusiva. Alegan que una colmena sin tratar pone en riesgo al resto de las zonas cercanas.

Acceso a los medios antirrobo de las colmenas para todos los apicultores estantes y no solo para los trashumantes lo que supone “agravio comparativo”. Desde la asociación solicitan excluir las ayudas para adquirir vehículos, ya que hay otras líneas de subvención para esas adquisiciones.

Aumentar el presupuesto para la cría y selección de reinas adaptadas al medio y resistentes a las enfermedades y diversos factores que provocan la mortandad de los enjambres. “Cada apicultor es el mejor investigador en sus colmenas” y “hay tantos investigadores como apicultores” sentencia la asociación. Los tratamientos para la varroa “se han basado en experiencias de campo de los propios apicultores que posteriormente desarrollaron los laboratorios”. Potenciar la cría intensiva de reinas autóctonas con más posibilidad de tener mutaciones adaptativas para frenar el inexplicable desabejamiento masivo frente a la introducción de reinas no adaptadas y con menos posibilidad de supervivencia.

En la actualidad es obligatorio el uso de determinados medicamentos y tratamientos impuestos por la Agencia Estatal del Medicamento con un elevado coste, mientras que hay tratamientos alternativos más efectivos y con menos coste y que se administran en las fechas más idóneas, según las diferentes zonas.

La asociación señala la discriminación de los apicultores estantes y locales y la culpabilización de la propagación de enfermedades, frente a la presión y poder de las asociaciones de apicultores trashumantes “olvidando y debiendo recordárselo que fueron ellos, los apicultores trashumantes, de fuera, los que extendieron la varroa a lo largo y ancho de la península ibérica en un año”. En esa ola de propagación “nadie cortó los movimientos pecuarios como primera medida preventiva por las autoridades sanitarias” expone en sus alegaciones Apicultores Libres. Con mortandades, estos últimos años, de cientos de miles de colmenas siguen “sin cortarse dichos movimientos” como reseña el presidente.