“Soy joven y se me quitan las ganas de seguir con esto”. Felipe Luis Codesal, ganadero de Almendra del Pan, se llevó ayer el disgusto de su vida. Cuando por la mañana fue a ver el ganado en seguida se dio cuenta de que el lobo había hecho una nueva “visita”. La segunda en apenas unas horas, con un saldo total de diez ovejas y sus crías muertas. “Estaban preñadas, cumplieron el día 5 para parir y ahora ni ovejas ni corderos. Esto es una vergüenza” se lamentaba el joven productor de ovino sin poder ocultar la frustración.

“Ha sido más de un lobo, se han comido dos ovejas, han estado toda la noche y este es el resultado, Aquí siempre tenemos que pagar los mismos”. La noche del viernes al sábado murieron seis en el ataque de lobo y la noche anterior otras cuatro más. “No son las que te ha matado, son todas las consecuencias que esto trae, los abortos que vendrán” razonaba el ganadero de Almendra del Pan tras comprobar los efectos de la lobada.

“Esta es la realidad de la ganadería en España” apuntaba Felipe Luis, miembro de la comisión ejecutiva de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA). “La visita de estas alimañas le ha supuesto una pérdida directa de 10 ovejas y sus crías, pues han atacado el rebaño de las que estaban a punto de parir. El daño en posibles abortos puede ser catastrófico” denunciaba ayer la organización agraria.

Desde la Unión de Pequeños Agricultores se pide a la Junta “controles poblacionales dado que al norte del Duero no se cumplen los cupos de caza y en muchas zonas, como esta en concreto, no se realizan cacerías ni controles, estando en peor situación aún que al sur del Duero”.

Piden también a la ministra de Transición Ecológica “que cuando reciba a grupos ecologistas como Lobo Marley y le pidan más protección para esta alimaña, que los traiga a ver las carnicerías que preparan sus protegidos. El pasado viernes, UPA Rioja le enviaba una carta a la ministra con otro ganadero que echaba el cierre por la presión del lobo”.

La organización agraria denuncia que “hoy la especie que está en peligro de extinción son nuestros ganaderos. Sin un equilibrio poblacional y con el apoyo de ecologistas de sofá y ordenador, los ganaderos van a terminar desapareciendo”.