Un castañicultor de Alcorcillo llena varios sacos. | Ch. S.

La venta de castañas ha entrado en situación “muy crítica” en la comarca de Aliste y “nos pone al sector y a los castañicultores al borde de la bancarrota: esto es una ruina total”. Así de contundentes se mostraban ayer indignados y preocupados los propietarios de castaños alistanos impotentes ante una situación irreversible que puede llegar a poner en peligro no solo las economías familiares sino la pervivencia de un árbol de gran valor que lleva en la comarca unos 2.000 años, llegó con los romanos en tiempos de Cesar Augusto y la alistana Curunda Caesarea.

Muchos han optado por dejar las castañas sin recoger y no descartan que lo siguiente sea dejar abandonadas a su suerte las plantaciones ante un cúmulo de complicaciones: a las enfermedades de chancro y tinta y la plaga de la avispilla se suma ahora con sus efectos colaterales el COVID-19.

La semana de Todos los Santos es a época del año que más castañas se consumen y por consiguiente en la que los alistanos más castañas venden. El producto está en su apogeo y otros años había miles de magostos en pueblos, ciudades y colegios. Ni por esas. El pasado domingo se animaba el mercado y se llegaron a pagar a 1,70 euros el kilo de castañas injertas. Cuando parecía mejorar la situación resulta que el lunes bajaron a 1,40, el martes a 1,25 y el miércoles a solamente 1,10 euros el kilo. La misma suerte corrieron las castañas bravas que empezaron valiendo a un euro y bajaron a 60 céntimos. El jueves a nada: compradores e intermediarios desaparecieron y no se vio ni a uno en los pueblos: “Ayer pasaran por Alcorcillo hasta siete diferentes y el viernes ninguno. La situación está muy mal, cada vez va a peor y esto ya empieza a ser mas que preocupante”, comenta un castañicultor de esta localidad.

“Se están riendo de nosotros a la cara porque fuera de aquí hay mercado y se están pagando a buen precio las castañas. La castaña en Aliste es de muy buena calidad, con calibres mínimos de 28 y de ahí para arriba todas. Tienen un sabor extraordinario y un brillo en la piel que no se ve en ningún sitio. Un auténtico manjar que al paso que va esto terminarán tiradas en el corral para hacer abono”, manifiesta Manuel Morán Mezquita de Alcañices antes de dejar su último cargamento en Mercamadrid.

El estado de alarma y el cierre perimetral de Castilla y León durante el puente ha asentado el golpe mortal y quizás definitivo como un grave efecto colateral del coronavirus al mercado de las castañas alistanas. Un castañicultor de Alcorcillo tiene almacenados y reservados con el precio ya acordado alrededor de 3.000 kilos de castañas para un intermediario alistano que no ha acudido a recogerlas, lo que puede originarle unas grandes pérdidas de alrededor de 4.500 euros.

En las misma situación se encuentran decenas de castañicultores. La castaña es un producto perecedero que además cuenta con un problema añadido pues al irse secando pierden mucho peso y además al estar en sacos corren un grave peligro de avellanarse y estropearse.

Con todas las puertas del mercado español cerradas hasta mediados de noviembre a causa de la pandemia del coronavirus, la única alternativa que encuentran ya los castañicultores de Aliste es llevarlas ellos mismos a las fábricas de Portugal. Vecinos de Nuez, San Martín de Pedroso y Trabazos las están exportando ellos directamente en sus vehículos a la planta que hay situada en la freguesía de Río Frío, concelho de Braganza, cerca de Quintanilha, a unos escasos 15 kilómetros de la frontera. Allí la venta la tienen asegurada y además “las recogen todas juntas, grandes y pequeñas, injertas y bravas, a un precio de 1,25 euros el kilo: “Tu llamas antes de salir y ya te dicen el precio asegurado y no como aquí, que unos compran a 1,10 y otros a 1.20 o ni vienen a comprarlas. La verdad es que esto parece un cachondeo”, asegura un castañicultor de Nuez de Aliste con la carga camino de Río Frío.

Manuel Morán, castañicultor de Alcañices y otros de Trabazos, Nuez, Sejas, Tola y Figueruela sentenciaban ayer que la única solución “es que constituyamos una cooperativa y seamos nosotros mismos los que recojamos las castañas y llevemos conjuntamente el producto a las fábricas de España y Portugal con un precio acordado de antemano. O hacemos esto o se avecinan años difíciles, pues si vendes mal o no vendes vamos a terminar por perder la paciencia y abandonar los castaños”.

Los castañicultores lanzan un SOS a las instituciones Junta de Castilla y León, Diputación de Zamora, Subdelegación del Gobierno y Caja Rural solicitando apoyo y asesoramiento para poner en marcha alguna iniciativa que salve no solo el mercado de la castaña sino el futuro de los castaños a corto, medio y largo plazo ante la grave situación. Los familias alistanas que no puedan llevar sus castañas a sus hijos o nietos residentes en otros lugares de España debido al confinamiento podrán enviarlas dentro de la campaña de Correos, que está abierta hasta el día 15 de noviembre, desde la oficina postal de Alcañices. Desde Alcañices y Puebla el pasado año pasado se enviaron por correo alrededor de 1.500 kilogramos. Al tratarse de productos alimentarios y perecederos el servicio está pensado para realizarse con urgencia.

El Ayuntamiento de Trabazos ha suspendido la tradicional Jornada de Exaltación de las Castañas y las Setas Alistanas que cada año se celebran coincidiendo con el puente de Todos los Santos y que este año debería haber celebrado su décimosexta edición. Así mismo se suspende la Feria de la Miel y la Feria Transfronteriza de los Productos de Otoño. Amigos de los Castaños y del Medio Natural anunciaba que tampoco tendrá lugar la existosa Fiesta de la Castaña de Sejas de Aliste, con su magosto tradicional, su concurso de postres de castaña y el cross por los montes del pueblo. Jesús Lorenzo Más, alcalde de Alcañices, confirmaba en la tarde de ayer a este periódico que dada la gravedad de la situación temporalmente están suspendidos los actos que habitualmente tienen lugar en la villa en estas próximas fechas tales como el magosto y la matanza tradicional del cerdo.