Las fuertes precipitaciones del pasado martes, que superaron en algunos lugares los 100 litros por metro cuadrado, y las que pudieran llegar en los próximos días no serán motivo de grandes complicaciones en los ríos zamoranos regulados por embalses -como es el caso del Tera- debido a que buena parte de los volúmenes almacenados en los cuencos han sido desalojados en las últimas fechas por medio de la turbinación y de la generación hidroeléctrica.

Vaciados hasta unos niveles muy inferiores a los mantenidos en pleno verano, los embalses de la provincia de Zamora (y de la región) se hallan dispuestos para recibir las avenidas que pudieran generar las tormentas. Estos vaciados dan visibilidad a viejos puentes y elementos que pasan encubiertos la mayor parte del año, e históricos arroyos recobran su identidad, en casos, jalonados por los tocones de arboledas tronchadas.

Los embalses de Zamora se vacían para recibir tormentas

Con ser pantanos de considerable cabida (más de 4.200 hectometros cúbicos en la provincia de Zamora), su capacidad resulta, sin embargo, limitada y rebasable cuando los aguaceros se muestran persistentes y fuera de toda normalidad. Es entonces cuando, colmados los embalses hasta los topes, no queda otro remedio de abrir las compuertas de los aliviaderos de las presas y desembalsar el agua sin extraerla la energía en forma de los preciados kilovatios.

No es la situación que se da en la actualidad. En estas fechas de octubre las empresas titulares de embalses y de sus aprovechamientos, como Iberdrola en el Tera, Esla y Duero; y Endesa en la alta Sanabria, mantienen dispuestos sus depósitos para acoger de buen grado las avenidas o las nieves.

Aspecto del embalse de Nuestra Señora de Agavanzal Nico Rodríguez

El embalse de Almendra, llamado Mar de Castilla por su enormidad, y bodega fluvial de la cuenca del Duero, se halla al 71% de su capacidad, embalsando al día de ayer un total de 1.897 hectómetros cúbicos, de los que turbinaba un total de 182.000 litros por segundo y vertía al río, para mantener el caudal ecológico del Tormes, 1.850 litros por segundo.

El embalse de Almendra, bodega fluvial de la cuenca del Duero, se halla al 71% de su capacidad

El gran embalse del Esla, Ricobayo, se halla al 31,7% con un volumen de 381.3 hectómetros cúbicos, y vertiendo al río, tras su aprovechamiento, un caudal de 117.000 litros por segundo. En la cuenca del Tera, Cernadilla, embalse cabecera de Iberdrola, se halla al 24,8% con un volumen de 63,5 hectómetros cúbicos de una capacidad de más de 255.

Castro y Villalcampo, como es habitual, son dos embalses “con escasas capacidad de regulación” y que se hallan por encima del 90% de su capacidad. También los embalses de la cuenca del Bibey, que gestiona Endesa, están listos para recibir las lluvias.

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Los embalses de Zamora se vacían para recibir tormentas

La producción hidroléctrica de los embalses de Iberdrola se cifró en los nueve primeros meses del presente año, de enero al 30 de septiembre, en un total de 1.571,5 gigavatios hora (Gwh), (1.571,5 millones de kilovatios) según información facilitada por la compañía que preside el salmantino Ignacio Sánchez Galán. Este montante ha venido a ser un 88,7 por ciento más que la producción anual acumulada al mismo periodo de tiempo del pasado año2019, que resultó de 832,7 Gwh.

Producción hidroeléctrica de Iberdrola en la cuenca del Duero Iberdrola

La producción de los saltos hidroeléctricos zamoranos de Iberdrola sólo son superados por los centros de generación salmaninos, asentados en Villarino, Aldeadávila y Saucelle, que en estos primeros nueve meses reportaron una suma de 2.972,4 Gwh. El año pasado la producción ascendió a 1.708,7 Gwh.