La carretera Nacional 122 sumaba en la madrugada del lunes un nuevo accidente de tráfico con una víctima mortal, un conductor de origen portugués que perdió la vida tras impactar con una piara de jabalíes.

El fatídico siniestro tuvo lugar en el paraje campestre de “La Marra”, en el término municipal de Trabazos, a muy pocos kilómetros de la frontera con Portugal donde la carretera de doble sentido se convierte en una moderna autovía que conecta Oporto y toda la región Norte de Portugal con España y el centro de Europa.

El conductor se topó con una piara de jabalíes que cruzaba en ese punto la carretera N-122, y volcó al tratar sin éxito de esquivar a los animales, perdiendo la vida en el intento. Su acompañante sufrió heridas de consideración y el coche quedó completamente destrozado. Tres de los animales tampoco se libraron del impacto y murieron como consecuencia del mismo.

En el lugar del siniestro se personó un equipo sanitario del centro de salud de Alcañices, varios efectivos de la Guardia Civil y una brigada del parque comarcal de bomberos voluntarios de San Vitero. Los sanitarios no pudieron hacer nada por el conductor, que ya estaba muerto cuando llegaron, mientras que su acompañante tras ser atendida en el lugar fue traslada en ambulancia al servicio de urgencias del Hospital Virgen de la Concha de Zamora.

A escasos metros del lugar donde se produjo el accidente mortal ocurría tan solo dos días antes de esta muerte otro grave accidente de tráfico en la N-122, concretamente en el cruce con la carretera de Viñas, en el término de Sejas de Aliste, que se saldó con tres heridos, uno de ellos de gravedad.

Dos siniestros que cierran un verano en el que los vecinos de Aliste, Alba y Tierra del Pan no han dejado de reivindicar el desdoblamiento de la N-122 en Autovía A-11. Los 73 kilómetros desde la frontera hispanolusa en San Martín del Pedroso hasta Zamora capital son el único tramo de carretera convencional entre Oporto y Francia.

La carretera Nacional 122 se ha convertido en un auténtico martirio para los usuarios, muy en particular para los alistanos que se ven obligados a utilizarla a diario para desplazarse a Zamora la mayoría de las veces para consultas en el Virgen de la Concha. Al ya de por si grave problema del intenso tráfico pesado y ligero se suma el de la fauna salvaje, un problema que cada año se incrementa a finales del otoño y durante el invierno, ya que, aparte de cruzar la calzada, jabalíes, corzos y ciervos la ocupan atraídos por el fundente que se echa sobre el asfalto para evitar las placas de hielo con las heladas o en tiempo de nevadas.

“La Nacional 122 no es una carretera segura, es un camino hacia la muerte, una auténtica vergüenza, cada vez que tienes que ir a Zamora estás temblando porque sabes que te la juegas a cara o cruz, casi que hay que despedirse de la familia antes de salir, pues sabes que te vas pero no si vas a volver. La carretera no está ni muchos preparada para aguantar el tráfico de vehículos pesados portugueses que circulan por ella, muy grandes y potentes, que corren tanto como un coche. Adelantarlos es tarea imposible. A ello se suma lo de la fauna y raro es el día que no se produce algún accidente o susto con algún jabalí o ciervo. Así no podemos seguir pues está muy claro que va a seguir muriendo mucha gente y por desgracia casi siempre les toca a los mismos, a los alistanos, que somos por obligación y por necesidad los que más andamos por ella cada día”, aseveraba ayer M.C.A. camino de Zamora para luego ir a pasar la ITV a su coche a Morales del Vino.