Una negligencia a la hora de manipular una máquina cosechadora es la hipótesis que cobra más fuerza sobre el origen del incendio forestal que ha arrasado más de 2.000 hectáreas de los pueblos de Lober, donde se originó, Domez de Alba y Vegalatrave, estos últimos los más afectados por el siniestro medioambiental.

Las investigaciones de la Junta de Castilla y León y el Seprona de la Guardia Civil tratan de determinar las circunstancias que provocaron el fuego y, como ha podido saber este diario de fuentes vecinales, agentes medioambientales y técnicos de la Junta de Castilla y León han interrogado a vecinos de Lober y Tolilla. Las primeras hipótesis conducen a la manipulación de una máquina por parte de un vecino de Tolilla. De forma fortuita saltó la chispa que desencadenó el fuego más importante del verano en la provincia de Zamora y en toda la Comunidad de Castilla y León.

Desde Lober el fuego avanzó hacia Domez de Alba (ambos pueblos pertenecientes al municipio de Gallegos del Río), tras atravesar dos carreteras y la ribera del río Aliste, para llegar hasta las mismas puertas de Domez. El viento, con rachas de 50-60 kilómetros por hora y medias de 20-30 kilómetros por hora, creaba condiciones muy negativas para el control del incendio, a las que se sumaba una estado de desecación que favoreció la rápida propagación.

En esas condiciones ni el gran despliegue de medios, con hasta 19 aeronaves interviniendo durante el fin de semana, ni la rápida reacción de los vecinos creando cortafuegos, impidieron que las llamas prácticamente rodearan el pueblo de Domez de Alba y avanzaran con fuerza hacia Vegalatrave quemando a su paso varias naves ganaderas.

La delegada de la Junta, Clara San Damián, confirmó ayer que durante el fin de semana han estado trabajando 446 personas de las distintas administraciones: la Junta de Castilla y León, los bomberos de la Diputación y la Unidad Militar de Emergencias. “Se ha actuado muy bien, de forma coordinada, con hasta 19 medios aéreos entre los dos días, 12 técnicos, 25 agentes medioambientales, unas 35 cuadrillas, 20 autobombas y diez máquinas perimetrando, en algunas zonas con doble paso de máquina” apuntó un técnico del Servicio Territorial de Medio Ambiente.

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, señaló ayer en su visita a El Bierzo, que el incendio de Lober supone “prácticamente el 50%” de las 4.300 hectáreas totales quemadas en Castilla y León en lo que va de año.

Desde el inicio de 2020 se han registrado 630 incendios en la Comunidad, la mitad de los que se produjeron en 2019. El presidente agradeció el “enorme esfuerzo” del operativo de más de 400 profesionales que han actuado en el incendio que ha devorado en torno a 2.000 hectáreas, la mitad agrícolas y el resto forestal, de matorral y monte bajo principalmente. Asimismo Fernández Mañueco denunció el “carácter intencionado” de muchos de estos incendios y solicitó la colaboración ciudadana para desenmascarar a sus autores.

REUNIóN DE LOS GANADEROS PARA VALORAR LAS NECESIDADES DE LOS ANIMALES

La Junta de Castilla y León y la Diputación Provincial estudiarán la forma de ayudar a los ganaderos afectados por el incendio, tanto por la destrucción de las naves como la pérdida de pastos. “En Domez no ha quedado ni una hectárea y Vegalatrave también está muy afectado” confirmó el vicepresidente tercero de la Diputación y diputado por la comarca, Javier Faúndez. Tanto él como la delegada de la Junta, Clara San Damián, están en conversaciones para conseguir una entrevista, junto a los alcaldes de Gallegos del Campo y Vegalatrave, con los consejeros de Agricultura y Medio Ambiente. Al margen de la solidaridad mostrada por ganaderos de la zona, aportando alimento al ganado, los afectados mantuvieron ayer una reunión en el Ayuntamiento de Gallegos del Río con el fin de hacer una valoración de daños, así como el forraje y la paja que van a necesitar de cara al invierno. “Hay que estar al lado del mundo rural y de los agricultores y ganaderos que lo sostienen, grandes damnificados en este incendio” apuntó Faúndez.