Algunas personas llegaron a la puerta del consultorio médico haciendo un esfuerzo titánico. Dos de ellas superan los 90 años, otras cinco los 80, todos son jubilados. La mayoría de este grupo de 14 vecinos reside de continuo en Monumenta, un pequeñito pueblo de la comarca de Sayago donde apenas 24 personas mantienen la vida de este ejemplo evidente de la llamada España Vaciada.

Por eso, en estos tiempos en que todo se cuenta por número, no es erróneo afirmar que casi la mitad del pueblo de Monumenta secundó la concentración convocada en el mundo rural para pedir la continuidad de los consultorios. Después de tres meses sin ver aparecer médico ni enfermera, salvo casos de extrema necesidad, la inquietud es evidente entre una población muy vulnerable. Temen que la pandemia del Covid 19 sea la "excusa perfecta" para el desmantelamiento de este servicio básico.

La sola idea de que el médico no vuelva a pasar por el consultorio aterroriza a unos vecinos que en su mayoría padecen cuantiosos achaques. En condiciones normales, en Monumenta médico y enfermera pasan consulta una vez cada quince días, martes sí y martes no "y si el martes cae en fiesta ya no vienen hasta dentro de otros quince; las pasadas Navidades estuvimos todo el tiempo sin médico" cuenta una de sus vecinas.

Con ser escasas las consultas, esa presencia quincenal daba cierta "tranquilidad" en el pueblo, sabían que vendrían, pero desde el 16 de marzo ni eso. Un cartel a la puerta del consultorio informa de que se anula la consulta presencial, los pacientes que lo precisen serán valorados telepor su fónicamente y en el domicilio, a toda persona que lo requiera. Los profesionales sanitarios permanecen en Bermillo, en principio hasta octubre, pero la incertidumbre es total.

"En el último Consejo de Salud de Sayago dijeron muy claramente que no se abrirán de momento los consultorios, entre otras cosas, no están adaptados a las medidas de seguridad que obliga la pandemia y nos tememos que esto pueda ser para siempre" expresa Prudencia Garrote, vecina de Monumenta.

Esa inquietud es la que ha movilizado al medio rural, a muchas personas mayores que se rebelan contra el cierre de los consultorios. Por eso la concentración a la puerta del de Monumenta, había que estar ahí aunque fuera a rastras. Con mascarilla y guardando las distancias, estos catorce vecinos de Monumenta de Sayago representan la inquietud de unos pueblos cada vez más deshabitados, con una población sumamente sensible que teme quedar en el olvido.

Después de tres meses sin los sanitarios pasando por allí la preocupación va en aumento, es la comidilla de las tertulias en la calle, ahora que todo el mundo sale al fresco. Y la "masiva" participación en este simbólico acto de protesta expresa un desasosiego también expresado en las redes sociales, atendiendo al llamamiento de colectivos y plataformas de la España Vaciada que exigen una Sanidad pública en el medio rural que garantice el derecho básico a la salud en iguales condiciones a las personas que viven en grandes núcleos.

Con su protesta, Monumenta deja una imagen para la historia y un símbolo de la lucha de la España Vaciada por su dignidad.