El cierre de los mercadillos y la escasez de planta traen a los cultivadores de los huertos de cabeza y haciendo cola para encontrar planta. La siembra y la plantación de verduras y hortalizas en el huerto familiar y para autoconsumo no esperan.

Ramiro Rodríguez, de Lobeznos, blinda su huerto con una red anticiervos que campean por la Sierra de la Culebra. Aunque reside en Madrid, el confinamiento le ha sorprendido en el pueblo con su mujer y una nieta. Un tiempo que ha empleado en plantar el huerto. Uno de sus hijos encontró la solución para proveer de planta para el huerto de casa, hacer un pedido por Internet. Se ha dedicado en estos dos meses largos a podar e injertar los frutales, sobre todo los cerezos con variedades de la zona de Portugal. Ramiro reconoce que nunca había injertado pero le han prendido buena parte de los intentos.

En la floristería de Puebla el trabajo "ha llegado de golpe" toda la demanda es "huerto y huerto y ahora algo de flor de temporada" explican las floristas Nieves Rodríguez Marcos y Mila Pérez Llamas. La flor cortada para centros y coronas se ha perdido toda en marzo y abril. El primer invernadero de flor de temporada se ha ido al traste, aunque ahora en mayo se está moviendo algo más. Abrieron la floristería en la primera semana de mayo con cita previa, que ahora no es necesaria, pero han seguido atendiendo a los clientes a los que se les había dado cita para esta semana. Desde esta semana la imagen a la puerta de la floristería es la fila de clientes que aguardan turno.

"Estas dos semana son a lo bestia y la que viene también" afirma José Manuel Blanco de Valparaíso que se sitúa los lunes en la explanada del área de Servicio de Castro, en la nacional 525. Nada más llegar ya le espera una treintena de personas. José Manuel se dedica habitualmente al reparto de productos de alimentación a restaurantes en Madrid. Con el cierre se ha tenido que reciclar y desde el día 2 mayo es una de las personas más buscadas. Trae la planta de un semillero Furero de Micereres "empecé de rebote y para compensar la falta de trabajo". Se han juntado la escasez con la urgencia por plantar por el tiempo. La incertidumbre de autorizar los huertos se llevó por delante la planta del mes de abril. No se vendió nada. 600 bandejas de plantones fueron a la basura. Esa misma incertidumbre retrotrajo el riesgo de reponer los semilleros a gran escala. Ese es el motivo de que ahora escaseé.

Le falta tiempo para atender los pedidos por teléfono y hacer una amplia ruta por la Carballeda, desde Muelas de los Caballeros hasta Villardeciervos pasando por Lagarejos y Sejas hasta Cubo de Benavente. La planta va escaseando. Faltan pimientos y sandías. Las cebollas están casi agotadas.

Aciberos

Hasta Castro se acercan vecinos de Aciberos que habitualmente compran en El Mercado o en Verín "este año no hay planta" afirma uno de los compradores. Por la comarca se corrió la voz de que se ponía un puesto en tan estratégico lugar. Se acercan desde Cobreros, Vime, San Miguel, Santa Colomba, Santa Cruz de los Cuérragos, Puebla, Robledo.

Angélica Arango Vargas es de Madrid pero lleva 8 años en Sanabria. Los dos últimos años han plantado el huerto familiar que sirve para el autoconsumo y para que sus dos hijos de siete y dos años y medio puedan recoger sus fresas, pimientos y tomates. Es para que la familia tenga un producto natural todo el verano. "El tiempo no espera" dice Ionela Ciobanu de la ciudad rumana de Moldova y afincada en San Miguel de Lomba. Aguanta pacientemente para comprar plantas para el huerto que tienen delante de casa unto con algunas gallinas y conejos. Todo para el consumo de casa.

El cierre de los mercadillos semanales ha obligado a variar la venta en un puesto fijo por el recorrido por los pueblos y visitando clientes que habitualmente le compran la planta en el mercado de El Puente. Carlos Ramos vende las plantas que trae desde Los Valles de pueblo en pueblo. La fidelidad es mutua. Su abuela ya vendía planta por los mercados y su padre cogió el testigo. Ahora es él y un cuñado quienes se encargan de la venta. En el puesto semanal "vendemos más" pero con la crisis han tenido que variar y visitar a domicilio. Es una persona joven pero reconoce que "la crisis ha sido grave pero hay que tomarse en serio la salud", el motivo de todos estos cambios. En San Martín de Terroso deja un cargamento de cebollas, que si prosperan no van a faltar.