La Junta de Castilla y León no ha considerado la posibilidad de intervenir en la residencia de ancianos de Fuentesaúco porque no se han dado las condiciones de "situación excepcional o colapso". Así lo confirmaba ayer la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, quien se amparó en la titularidad privada del centro para no facilitar datos sobre la incidencia del coronavirus. Este diario ha revelado la muerte de siete personas desde que comenzó la crisis del coronavirus (ayer falleció otro residente), de los que uno era positivo en COVID 19, otro presentaba sintomatología y el resto murieron por otras causas.

Los datos que recoge la Junta sobre las residencias especifican las personas fallecidas con positivo y las que mueren con síntomas compatibles. Y en personas vivas se registran los casos confirmados de coronavirus, los aislados con síntomas compatibles y los aislados preventivos sin síntomas.

La consejera responsable de residencias de ancianos incidió en que las intervenciones de la Administración regional, que suponen una gestión del centro desde el punto de vista organizativo, se realizan ante una "situación excepcional", en la que no se encuentra la residencia de Marcelina del Valle de Fuentesaúco. Sí confirmó Blanco que se mantiene un "contacto diario" con las responsables del centro, religiosas, y que se le ha proporcionado material de protección y ayuda para la contratación de personal.

Ayer visitaron la residencia técnicos de la Junta de Castilla y León que no habrían apreciado situaciones anómalas en el centro, tal y como le confirmó la delegada de la Junta, Clara San Damián, al alcalde saucano, Eduardo Folgado. "Me transmite que todo funciona fenomenal, que los trabajadores hacen sus turnos, no están saturados y no hay ningún problema. Creo que eso no responde a la realidad porque los primeros que se dirigieron a nosotros para solicitar apoyo fueron los sanitarios del Centro de Salud, que conocen muy bien la realidad".

Por otro lado, la UME entró ayer en las instalaciones de la Residencia de Fuentesaúco para proceder a la desinfección de estancias. 48 militares y 17 vehículos se desplazaron desde León para actuar en "instalaciones críticas" de Zamora y su provincia. También desinfectaron las de Carbajales, Moraleja de Sayago, Roelos, Villar del Buey, Almaraz de Duero, Alcañices, Rabanales, Tábara, Peleas de Abajo y Fermoselle.

El Ayuntamiento de Fuentesaúco, tras revelar este diario la situación en la Residencia de ancianos, hacía público un comunicado donde aseguraba que desde el momento que tuvo conocimiento del primer caso positivo por coronavirus "nos pusimos a disposición de la Fundación Catalina Laboure, propietaria de la Residencia". Añade que se ha contactado "casi a diario, intentando velar por los intereses de los residentes, de los trabajadores y de las monjas".

El Ayuntamiento saucano concreta la colaboración mediante la desinfección exterior por miembros de la UME, Diputación, agricultores locales y la propia institución municipal. Se han donado equipos de protección facilitados voluntarias de Zamora y se han instalado dos contenedores de residuos sólidos a disposición de la Residencia para no mezclar con otros contenedores, "puesto que podía ser un foco de infección a la población de Fuentesaúco".

La institución local reconoce haber sabido "de manera informal", sobre dos positivos de COVID 19 en la residencia, "lo que supondría un 5% de los internos". Asegura el comunicado del Ayuntamiento que "también es cierto que durante ese tiempo ha habido varias personas que desgraciadamente han fallecido y estaban vinculadas a la residencia y que podrían presentar síntomas compatibles con la enfermedad".

El alcalde ha recibido también la petición de ayuda del Centro de Salud, dejando constancia de la situación en la que se encontraban las trabajadoras, agotadas por la carga de trabajo y se ha trasladado a las instituciones, Junta de Castilla y León y Subdelegación del Gobierno, en este último caso para que acudiera la UME a desinfectar. El Ayuntamiento solicita a la Consejería de Sanidad que modifique la prestación de servicios de personal médico, enfermería u otro personal sanitario para adaptarlos a las necesidades de la Residencia, que en este caso es privada. Además se solicita "que se informe a todos los familiares de la situación actual de los residentes, con un informe médico, enfermero y social diariamente".

El Ayuntamiento y familiares insisten en reconocer la labor de religiosas y trabajadoras del centro, que han facilitado la comunicación con los residentes. "Solo queremos que la situación mejore y tengan medios para seguir cuidando de nuestros padres, como lo han hecho siempre.