La Zona Básica de Salud de Aliste afrontó ayer la primera jornada laboral de los quince días de alarma por la crisis sanitaria global con la suspensión de las consultas médicas y de enfermería de en los consultorios de proximidad y en los Consultorios Rurales Agrupados de todos los pueblos de la comarca, al igual que en el resto de pueblos de Castilla y León, hasta que se normalice la situación.

Para cualquier urgencia sanitaria será necesario llamar al Centro de Salud de Aliste ubicado en el barrio del "Alto de la Atalaya" de Alcañices, (teléfono habitual: 980 68 03 64) que viene en la Tarjeta Individual Sanitaria, y en el caso de ser necesario serán los propios médicos y las enfermeras quienes se desplazarán a domicilio familiar a atender al paciente enfermo. Así mismo se han habilitado consultas en los centros de salud para atender todo aquello que se considere urgente o no demorable.

El suministro de medicamentos era una de las grandes preocupaciones para los alistanos y alistanas, más aun teniendo en cuenta la avanzada edad de la población, la mayoría de los cuales carecen de medio de transporte privado. Las farmacias garantizar que las medicinas llegue a todos los pueblos evitando la cita presencia y el contacto físico con el paciente.

El suministro de todos los medicamentos está garantizado por las autoridades sanitarias, si bien el pánico ha hecho que escaseen otros productos como los guantes sanitarios o el alcohol.

En la farmacia "Calvo" de Alcañices, la más antigua y también la mas concurrida, se siguió un estricto protocolo: los usuarios iban entrando de uno en uno, convirtiéndose en circunstancial sala de espera la Plaza Mayor. Dentro el farmacéutico José Domingo Calvo Rodríguez y la auxiliar Yolanda Pascual González atendían a su clientes.

En la farmacia de Rabanales el farmacéutico Javier Pérez Bueno y la técnico Natalia Rivera Blanco no daban a basto a la incesante llegada de usuarios. Alcohol de 96 y termómetros comenzaron a faltar ayer en la comarca de Aliste.

Uno de los problemas están en la receta electrónica o las recetas visadas ya que los médicos solamente, hasta ahora, las pueden imprimir en los consultorios con intranet (cabeceras de los antiguos partidos médicos). Desde ayer enfermos crónicos, ni sus cuidadores o familiares, no tienen que moverse de casa ya que será el propio farmacéutico el que se coordine con el médico sin la necesidad presencial del paciente: "La gestión de recetas la podremos hacer por teléfono y en conexión con las farmacias", señalan desde el colectivo médico.

El Ayuntamiento de Trabazos (San Martín del Pedroso, Nuez, Villarino Tras la Sierra y Latedo) fue el primero en coordinarse con la farmacia del municipio. El propio farmacéutico será el encargado de suministrar los medicamentos a los pacientes garantizando la entrega sin contacto físico. En el caso de que no pudiera hacerlo dado que son cinco pueblos, contaría con el apoyo de los operarios del Ayuntamiento para hacer llegar las medicinas a todos.

La residencia de la tercera edad "San Salvador" está cerrada a cal y canto, totalmente aislada, no se permiten las visitas y no se admitirán ingresos salvo que sea casos de fuerza mayor o urgente necesidad.

Como en todo Aliste la mayoría de la población del municipio de Rabanales es de la tercera edad y por ello la Corporación Municipal ha decidido estar atenta a cualquier necesidad: Los alcaldes, presidente y pedáneos, Santi Moral Matellán (Rabanales), Antonio Jesús Blanco Martín (Matellanes), Jesús Matellán Manzanas (Grisuela), María Margarita López Calvo (Ufones), Rubén Gabella Martín (Fradellos) y José Cruz Mateo (Mellanes) o las personas en las que deleguen se encargaran todas las mañanas de visitar a las personas que viven solas para interesarse por su estado y situación y solucionarle cualquier problema: incluso si hay que ir a hacerle la compra.

La venta ambulante va a ser vital para poder abastecer a la población durante estos días pues en la mayoría de las localidades ya no hay tiendas. Domingo Ramos González, tercera generación de fruteros de Alcañices, intensificará estos días su trabajo para llevar los productos alimenticios a todos los clientes y pueblos de su demarcación: "Haremos todo lo posible para que a nuestras gentes no le falte de nada".

Propietarios de tiendas y vendedores ambulantes se están abasteciendo de reservas para garantizar que no falte ningún producto y muy en especial aquellos como la leche, yogures y aceite. En pueblos como Villarino Tras la Sierra las familias apuraban ayer el tiempo para surtirse en los supermercados más cercanos, en este caso en los de la vecina villa de Vimioso, "porque mañana seguro que ya no nos dejan pasar".