José Antonio Alvarez Fernández es el alcalde pedáneo de Villarino tras la Sierra un pueblo que como manda la tradición cada 26 de diciembre celebra la mascarada de invierno de “los zamarrones”, “el caballico” y “el pajarico”, donde pueden participar cuantos foráneos así lo deseen en la convidada y cena.

-¿Qué significan las mascaradas para las gentes del medio rural transfronterizo de Aliste y Tras os Montes?

-Magia, la esencia de vida etnográfica campesina y la tradición más pura, parte imprescindible de nuestra cultura más ancestral y de nuestros orígenes. Han formado parte de nuestras vidas y de nuestra historia durante siglos ayudando a cultivar la convivencia y la hermandad entre los vecinos, participando de una u otra manera toda la comunidad, lo mismo hombres que mujeres, niños, jóvenes y mayores. Un pueblo si quiere mirar al futuro no puede olvidar sus orígenes y sentirse orgulloso de ellos.

-¿Cómo y cuando da comienzo vuestra fiesta?

-La celebración coincide siempre con San Esteban Protomártir, el día 26 de diciembre. A las 11 de la mañana tenemos la misa que la oficiará por primera vez nuestro arcipreste Fernando Lorenzo Martín. Una vez culminados los actos religiosos salen por primera vez “los caballicos”. Cada familia se congrega luego en su casa para celebrar la comida de San Esteban.

-¿La pedida y la convidada mantienen históricamente siempre el mismo recorrido?

-Así es. Antaño siempre se comenzaba en la casa del “Tío Guirro” y hoy se hace lo mismo siendo ahora su hijo Prudencio Diez Fernández el primero en recibir la visita de la comitiva. Luego se continua por la calle Salguero, La Plaza y La Quintana, para terminar junto a la iglesia, tras pasar casa por casa visitando una a una a todas las familias de Villarino.

-¿Quién es el principal personaje de la mascarada?

-El pajarico. La tradición manda que sea encarnado por uno de los adolescentes del pueblo en el año que pasan a ser mozos, a los 14 años, tras pagar “la media”. Para entrar de mozo el adolescente pagaba un cántaro de vino a la mocedad. Por desgracia cada vez hay menos niños y a veces tiene que hacerlo un soltero mayor como este año que lo encarnara José de la Vega. La novedad de este año estará en que el pajarico volverá a salir a pedir utilizando la capa parda alistana de honras y respeto como manda la tradición. Antaño se la prestaba su abuelo. Luego la tradición se perdió. En 2018 el pueblo cuenta con una capa parda nueva que nos ha hecho Rafaela Fernández Ramos de San Vitero.

-El Pajarico cuenta con una historia un tanto peculiar.

-Su cometido, dentro de la mascarada era antes y es ahora recoger la cuestación (la “voluntad”) para los mozos por hacer la mascarada y por contribuir los mozos a la caza de las aves que arrasaban sus cosechas. Por eso lleva un “Varal de Fresno” de donde cuelga un gorrión y una torda en dos de sus ganchos y en otros se van colgando los chorizos recibidos. Antiguamente el dinero se destinaba para una cena de los mozos, ahora se hace una convidada para todos, los vecinos y cuantos nos visitan ese día.

-¿Quienes darán vida este año a los zamarrones?

-Son muchos personajes y cada vez somos menos gente, por ello vienen descendientes de Villarino cuyos padres se casaron para otros pueblos e incluso algunos que viven en la lejana Suiza. Los zamarrones serán Marcos Senández Terrón que viene desde Trabazos y Daniel Trabazos Martín que llegara desde Alcañices. Son los que van vestidos con trajes de pana portuguesa, cayata de negrillo y mascara de corcha. A los Zamarrones infantiles les darán vida una niña, Susana Martín Santos, y un niño, Rodrigo Fernández Trabazos. Los más pequeños de van integrando y así vamos garantizando el intercambio generacional. Hemos tenido veces donde han tenido que hacer de zamarrón personas como Prudencio Diez con 68 años.

-¿Desde cuando se tiene constancia de los caballicos?

-Creemos que las mascaradas ya se celebraban hacia 1750. Garantizado, como mínimo, desde hace 187 años. Tenemos constancia de ello porque una de las mascaras del caballico fue realizada por un vecino y artesano de Villarino Tras la Sierra, Antonio Blanco, en el año 1831. La otra es mas moderna, tiene 41 años, lo sé porque la hicimos en diciembre de 1977, siendo uno rapaces, Santiago Pérez Calvo y yo. Los Caballicos” cobrarán vida este año gracias a dos adolescentes de Ribas, los hermanos Jesús y Diego Martín Fuentes, cuyo padre Jesús Martín y sus abuelos paternos son de Villarino.

-¿Qué cometido desempeña el mayordomo del santo?

- La de recoger las limosnas que la familias dan para San Esteban Protomártir, las cuales pasan a la parroquia de la Virgen de las candelas. El Mayordomo será Julio Ribas Diez. Antiguamente las familias daban trigo, centeno, chorizos o garbanzos. Hoy mayormente dinero.

- ¿En qué consiste el recorrido por el pueblo?

-Zamarrones, caballicos y pajarico representan la mascarada con su bromas y su carreras. Disfrutan y hacen disfrutar. A la vez vamos visitando casa por casa a todas las familias, las cuales dan su limosna para San Esteban y la voluntad para los mozos y aparte convidan a los presentes. Antaño la convidada era a base de vino, aguardiente, castañas asadas y cocidas y café de portugués torrefacto de puchero “Palmeira”. Hoy cada uno a lo que puede y quiere, mucha variedad, licores, café, dulces, higos, nueces, avellanas, castañas, chorizo, turrón o polvorones . La convivencia y la hermandad están presentes, vecinos y foráneos disfrutando en armonía de la tradición. Se termina en la iglesia de la Virgen de las Candelas y se hace un recuento publico de lo recibido.