Castañicultores alistanos piden a las autoridades y a los agentes de la Guardia Civil y de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León que, en la medida de su posibilidades, extremen la vigilancia y control en los castañares y carreteras cercanas para evitar los robos de castañas que se han convertido ya en una práctica habitual durante los últimos años en pueblos cercanos a Portugal como Alcorcillo, Sejas, Tola, Alcañices y Villarino Tras la Sierra y también hacia la Sierra de la Culebra

Los propietarios de castaños lo tiene muy claro "Somos conscientes que sólo con su presencia, los agentes disuadirán a los amigos de lo ajeno de entrar a propiedades ajenas a coger lo que no es suyo, sin permiso y para hacer luego negocio", y a la vez expresan que: "el que vayas por una carretera o un camino y veas castaños y castañas en terrenos abiertos, sin cercar, eso no quiere decir que no tengan dueño, lo tienen y hay que respetar la propiedad privada y lo que en ella hay y se produce. Ni muchos menos nos importa que si pasa alguien paseando se coja un puñado de castañas para comerlas, lo que no puede ser es que vengan y se las lleven por sacos, porque cada saco nos origina unas perdidas de alrededor de setenta euros".

Y se temen lo peor. Aseguran que "hay gente que le echa mucha cara y entran en tu propiedad como si fuera suya. Llegas, les pillas y si le llamas la atención los hay que incluso parece que se ríen de nosotros porque somos jubilados o gente de pueblo. Algún día se pasara de las discusiones a las manos, a castañazo limpio, y acabamos todos en Urgencias del Centro de Salud y en el Cuartel de la Guardia Civil".