Una mujer de mediana edad entregaba a una joven unos pares de gafas que se apresuraba a frotar en la imagen de Nuestra Señora de las Nieves un detalle que se producía poco antes de la misa principal en el santuario de Chanos y Lubián.

Muchos gestos de gratitud y oraciones recibió ayer la patrona de la Alta Sanabria, la Virgen de la Tuiza, que abrió sus puertas de par en par a los devotos de esta festividad y buena parte de los habitantes de la comarca de descanso dominical.

La Tuiza prescindió ayer del otoño y se mantuvo en un verano de 28 grados, con mucho público dentro y fuera de la iglesia.

Los gestos de devoción se sucedieron en medio de la solemnidad, como los tres Vivas a la Virgen entonados por el párroco Jorge Flórez, que reconfortó el alma, y los versos políticamente incorrectos de "aunque les pese a los políticos ¡Viva la Alta Sanabria!", también entonado por el párroco para reconfortar el espíritu reivindicativo. Aplauso generalizado en la nave.

El Santuario de la Tuiza se preparaba para vivir su día grande, con el comienzo de la misa castellana a cargo de las voces del Coro Cervato, que no dejó indiferente a nadie. El párroco de la comarca de Carballeda, Vicente Miguélez, concelebró la misa, ya que asistía por primera vez a esta romería al coincidir generalmente la romería con la festividad de Nuestra Señora de la Consolación, en Peque.

El procesión comenzaba poco antes de las dos de la tarde con un recorrido generoso fuera del perímetro del santuario, para permitir que el mayor número de personas se relevara para portar las andas. Abrían el recorrido la cruz parroquial, los portadores del pendón y el estandarte, seguido de la Banda de As Portelas con traje de gala.

Una gran multitud de devotos llegados de toda la comarca envolvía a la patrona de la Alta Sanabria en su recorrido.

Un recorrido jalonado por los puestos del mercado ambulante, al que ayer se sumaban los puestos del mercado de Productos Artesanos, con una veintena de participantes, instalado en una de la carpa.

El pulpo a Feria, aunque sea escaso en el Atlántico, en la Tuiza fue abundante y eso que la romería de ayer fue una de las más multitudinarias de las dos últimas décadas. Y de acompañamiento al pulpo, dos terneros a la brasa que también dieron un toque gastronómico a la jornada.