Toda fiesta de prestigio que se precie de serlo ha de tener entre sus tradiciones y valores los gastronómicos. Así fue antaño, en tiempos de concejos y convidadas, y así debería de seguir siendo ahora y de hecho lo es.

Tábara vivió ayer una última jornada festiva marcada por los sabores y los colores en la Plaza Mayor gracias a la comida popular ofrecida por la Asociación de Peñas Tabaresas donde los vecinos pudieron degustar una sabrosa paella en armonía, hermandad y convivencia.

Tras la suculenta paellada los más pequeños dedicaron su tiempo a los cantajuegos. pintacaras y globoflexia. Niños y niñas se lo pasaron a lo grande.

La "Danza del Paloteo Tabaresa" cautivo con sus lazos recordando una de las tradiciones más ancestrales de la Villa. Organizada la actividad por la APT en colaboración con la asociación "La Folguera" Eugenio Rosado Garrido, estudioso y ponente en las fiestas, sentenció que "La Danza del Paloteo de Tábara ya estaba referenciada allá por 1710, desde siempre asociada a las celebraciones religiosas.

Los tabareses culminaron los festejos patronales con el Villa Rock 2018 donde dieron la talla Gato Ventura y Los Errantes y Deltó de Córdoba, Los Hilos de Braulia de Gijón y Maldita Juliette de Zamora. Tábara ha tenido unas fiestas de primera.