Decenas de vecinos de la comarca tabaresa se manifestaban ayer en Pozuelo de Tábara para tratar de impedir la implantación, en el término municipal de este pueblo, de una granja de cerdos redimensionada que califican como de "macrogranja", y de otra similar en Faramontanos. Para la Asociación de Pueblos Unidos de la Comarca de Tábara, convocante de la protesta, "se trata de dos proyectos que traerán escasos, por no decir nulos, beneficios a la comarca de Tábara pero innumerables perjuicios para los vecinos de Santa Eulalia, Moreruela, Pozuelo, Faramontanos y Tábara.

La instalación porcina industrial proyectada en Faramontanos albergará 12.000 cerdos de reposición (lechones), mientras que la de Pozuelo tendrá cabida para 4.600 cerdos de cebo. Los manifestantes aseguraban que, en ambos casos, "no se cuenta con las suficientes garantías que aseguren que las macrogranjas no vayan a contaminar el aire, los suelos y los acuíferos", y recuerdan que experiencias similares en otros puntos del país, como Cataluña, "evidencian que este tipo de granjas intensivas contaminan de manera irreversible los acuíferos y también el campo, a través del esparcimiento de purines en tierras de cultivo, que no cuenta con ningún tipo de vigilancia y que agotará la capacidad productiva de las mismas".

Además, los vecinos temen que las granjas pongan en riesgo los suministros de agua de la comarca. La macrogranja de Pozuelo requerirá de 25.000 metros cúbicos de agua para dar salida a cada tanda de 4.600 cebones, que se prevé de producción industrial (11.500 cabezas de 100 kilos al año, aproximadamente), lo que supone un gasto de 52 millones de litros. Mientras, en Faramontanos, pueblo que presenta mayores problemas históricos de abastecimiento de agua, el proyecto promovido plantea la creación de una granja de 12.000 lechones de 20 kilos cada uno, que necesitará entre 25.000 y 30.000 metros cúbicos de agua por tanda, y son 6,31 tandas (75.800 lechones al año), lo que suma la escalofriante cantidad de 189 litros de agua aproximadamente. "La granja se ubica en zona inundable, en terrenos asentados sobre el acuífero que suministra a Santa Eulalia, como bien demuestra el hecho de que la balsa ya construida para el almacenamiento de purines está permanentemente inundada, con agua procedente del acuífero", señalan desde la asociación.

La Asociación Pueblos Unidos de la comarca de Tábara muestra también su preocupación por la contaminación del suelo derivada del esparcimiento de purines. "Igualmente, se contaminarán las tierras de cultivo, que podrían dejar incluso de ser fértiles a medio plazo, pues nadie controlará la cantidad de purín que se vertirá en ellas".