Efectivos de la Guardia Civil y ganaderos de Pereruela y del entorno están pendientes de que el novillo escapado del encierro organizado el domingo en Pereruela "dé la cara" y aparezca en alguna charca o aproximándose a las vacadas de las explotaciones.

Algunos de ellos están con los rifles listos para, en caso de aparecer el astado, adormecerlo con un dardo anestesiante y poner punto final a una incertidumbre. Ayer se efectuaron algunos rastreos por la zona pero sin resultado alguno.

La convicción es que el animal está guarecido en el denominado "Monte" de Pereruela, formado principalmente de encinas, según precisó ayer el alcalde del municipio, Jesús Carnero, que ayer trató de conocer el destino de un eral que dio "un buen juego" durante el tiempo que participó y estuvo a la vista durante el espectáculo taurino desarrollado el domingo.

El consejo dado es que se conceda "tranquilidad" al novillo para que vuelve a la serenidad y en este estado de ánimo busque el regreso a la normalidad, trate de acercarse a alguna zona agua para mitigar la sed o, a ser posible, unirse a otras reses que puedan pastar por la zona y, de este modo, descubrirse y exponerse a los ganaderos, a la Guardia Civil o a quienes están implicados en su búsqueda.

El ganadero Andrés Segurado señala que "estos animales son listos y en algún momento saldrá a beber agua a alguna de las charcas". Los vecinos consideran que el toro estará emboscado en alguna encina o vegetación espesa, a cubierto de todas las miradas, pero atento a las circunstancias después de la experiencia vivida el domingo.