El alcalde de Fermoselle, Manuel Moya, denunció ayer ante la Guardia Civil un posible sabotaje en la planta depuradora el pasado domingo, que estuvo sin funcionar más de dos horas, en plena extinción del incendio. Una inspección de la instalación, una vez realojados los ancianos de la residencia, permitió ver que todo estaba en orden hasta que se produjo "bajada alarmante del nivel de agua". Cuando fueron a comprobar "estaba roto el candado, la puerta abierta y los fusibles saltados" precisa Moya, quien sospecha que sea una acción deliberada porque, de lo contrario, "nos lo hubieran dicho. Es muy grave porque el abastecimiento era vital para la extinción"