Villaescusa vivió ayer una jornada plenamente torera, con encierro campero y urbano por la mañana y el toro de cajón por la tarde. Festejos que atrajeron la atención de muchos vecinos y forasteros, que hicieron de esta localidad de la comarca de La Guareña el gran punto para los amantes de los toros. Incluso se desplazaron aficionados desde la vallisoletana localidad de Medina del Campo, de donde era el joven que protagonizó la noticia del día al sufrir una embestida del toro en el encierro urbano que afortunadamente no tuvo mayores consecuencias más allá de unos rasguños. Tras ser atendido por los servicios médicos sobre el terreno, el aficionado fue dado de alta.

Fue el incidente más destacado de la mañana taurina vivida en Villaescusa, que comenzó con el encierro por el campo donde se soltaron dos toros.

El paraje del Palo de Villaescusa fue el escenario de este festejo que reunió a multitud de aficionados llegados de todo el entorno de la comarca de La Guareña y de las limítrofes provincias de Valladolid y Salamanca. Decenas de caballistas ocuparon los campos por donde los dos astados protagonizaron las carreras mientras desde los caminos los aficionados a pie seguían la evolución del encierro. La normativa sobre espectáculos taurinos impide la entrada de vehículos a las tierras, por lo que los caminos fueron el escenario desde el que se podía divisar a caballos y toros.

El testigo a La Bóveda

Tras el encierro por el campo y después de tomarse un refresco en las bodegas y bares del pueblo, los aficionados se echaron a las calles donde se soltaron tres toros diferentes. Tras las talanqueras y en la plaza se concentraba multitud de público atraído por el festejo, que tuvo continuidad por la tarde con un toro de cajón.

Las fiestas de Villaescusa concluyen hoy con una paella para todo el pueblo y pasan el testigo a La Bóveda de Toro, que ya se prepara para el próximo fin de semana taurino.