La Casa de Zamora y la Federación de Castilla y León en Sevilla tributaron un homenaje al gaitero de Pedrazales Modesto Espada Varela en reconocimiento a su ejercicio constante de zamorano en lo personal y profesional.

Nacido en 1934 en el pueblo sanabrés de Pedrazales se ganó el sobrenombre de Gaitero de Pedrazales, junto a su hermano Tarsicio, por su dedicación al folclore sanabrés que aprendió de su padre. Una afición musical que desempeñó con gran sentimiento y pasión por múltiples escenarios donde dejó impronta no solo del folclore sino de la conservación del mismo.

Al título de gaitero sumó el de "viejo carrilano sanabrés" cuando trabajó de niño ayudaba a los barrenistas en las obras del túnel 12 del trazado ferroviario entre Sanabria y Orense, uno de los tramos más complicados y trabajosos. Su madre, Mercedes, le había sacado de la escuela del pueblo para que cuidara el ganado acompañado de una enciclopedia Álvarez.

Modesto Espada recogió la cúpula gallonada doblemente emocionado, al ser un reconocimiento extensivo a su mujer Paquita Varela, que padece una larga enfermedad, pero que le ha acompañado en su viaje vital que le llevó hasta Sevilla. Su hermana Manuela Varela recogió el ramo de flores destinado a la esposa del gaitero sanabrés.

Modesto recibió de su paisano también de Pedrazales y presidente de la Casa de Zamora, José Sanz Ramos, el reconocimiento a su persona, en un acto presidido el pasado fin de semana por la presidenta de la Casa de Castilla y León, Rosa Jiménez.

Modesto Espada llegó a la capital andaluza para trabajar en una fábrica de coches, mientras se dedicaba a la venta de electrodomésticos.

En su discurso, Modesto, recordó los tiempos duros de su vida, pero quiso hacer un reconocimiento a la mujer rural de Sanabria, como su madre Mercedes, que se quedaron solas afrontando el mantenimiento de sus familias, de su casa y de su poca hacienda en los años de la posguerra.