El Ayuntamiento de Moraleja del Vino baraja el regreso del puesto de la Guardia Civil a esta localidad después de que el servicio se trasladara a Arcenillas alegando que las oficinas donde trabajaban los agentes no estaban en condiciones.

Con el informe en la mano de la arquitecta de la Mancomunidad el alcalde, Guillermo Freire, mostraba ayer al subdelegado del Gobierno, Jerónimo García Bermejo y a Aurelio Tomás, vicepresidente de la Diputación las conclusiones a las que se ha llegado por parte de la técnico, que certifica el buen estado de cimentación, paredes y cubierta de las oficinas. "Lo que no está en condiciones, desde luego, son las ocho viviendas del cuerpo".

170 años

La idea es que la Subdelegación, que ya está en contacto con representantes de la Comandancia de la Guardia Civil trabaje para que este servicio se quede en el lugar donde surgió pues lleva nada menos que 170 años en Moraleja del Vino y ya en 1994 la Administración Local instaló un monolito conmemorando los 150 años de funcionamiento en esta localidad de Tierra del Vino.

"Lo que fue un sinsentido es llevar querer llevar este cuartel a Morales del Vino, que pertenece a Zamora capital y no a esta jurisdicción de la Guardia Civil", recuerda el máximo mandatario, quien a raíz de esta decisión y ateniendo las reclamaciones del resto de representantes municipales en el área de influencia del cuartel se movilizaron.

De aquella el Ayuntamiento negoció ofreciendo otras alternativas, como las instalaciones de la Cámara Agraria o la planta baja del edificio Consistorial.

Nueva posibilidad

Por su parte desde la Guardia Civil se instó a los ayuntamientos a que presentaran ofertas para acoger el servicio y entre estas figuraba la de Arcenillas para ubicarlo en un centro de día nuevo y sin estrenar. Ahora, un año después, se abre de nuevo la posibilidad de volver a Moraleja del Vino, ya que por su parte el Ayuntamiento está dispuesto a financiar, en la medida de sus posibilidades, oficinas nuevas teniendo en cuenta la buena disposición que por parte de la Diputación ha recibido. Se trataría de que fuera la Benemérita la que dijera qué espacios necesitan y de qué medidas.