El vertedero de Zamora ofrece estos días una singular, y no menos espectacular, estampa natural. La abundante comida que se concentra en el gran basurero urbano constituye todo un atractivo para las cigüeñas, que encuentran en las basuras la principal fuente de alimentación a lo largo de sus viajes migratorios e invernada.

Entre los cientos de aves que pueblan el espacio se encuentra estos días Porma, una de las cigüeñas marcadas a través de un programa de seguimiento de aves llevado a cabo por SEO/BirdLife, en colaboración con la Fundación Iberdrola, que permite conocer su rutas migratorias, pero también datos menos conocidos como los lugares de parada y descanso, el tiempo que tarda en realizar los viajes, si se repiten en la migración primaveral y otoñal o si se repiten año tras año, etc.

El arnés torácico con un GPS que lleva instalado el ave permite efectuar un seguimiento a tiempo real y es así como los técnicos del Programa Migra saben que Porma llegó a Zamora el pasado 2 de enero y hasta ayer se tenía constancia de que permanecía en el vertedero de la ciudad junto a cientos de cigüeñas que cada día se dan allí un festín gastronómico.

Según SEO/BirdLife, "el avance de la ciencia pone a nuestra disposición nuevas tecnologías que permiten utilizar sistemas de seguimiento mucho más precisos y con mucha más información que el anillamiento, sistema de marcaje que sigue siendo útil para este asunto y para numerosos otros aspectos de las aves".

El seguimiento lleva a saber que Porma arribó en el vertedero de la capital tras pasar el invierno en Cádiz dentro de su ruta migratoria hacia el norte, muy posiblemente León, donde fue marcada en el municipio de Barrio de Nuestra Señora el 31 de mayo de 2013. Cuando quedan quince días para San Blas (3 de febrero), la fecha en la que el saber popular dicta que "la cigüeña verás", la presencia de estas aves es ya muy frecuente en sus principales asentaderos, desde los campanarios de las iglesias hasta las tierras de cultivos al lado riberas de ríos y embalses, y los propios vertederos.

Estas aves anticipan cada año más la vuelta a la Península Ibérica debido a la bonanza de las temperaturas, lo que implica que cada vez acorten más el viaje migratorio para pasar el invierno.

Su asentamiento en los entornos urbanos y la querencia por espacios poblados hace que la cigüeña sea una de las aves más familiares para el humano y que ambos protagonicen una convivencia armónica. ¿De cuántos ejemplares hablamos en Zamora?. Es la pregunta del millón porque para ser fieles a la verdad habría que remontarse al último censo oficial sobre la cigüeña blanca en España, que data de 2004. De acuerdo con aquellos datos en Zamora había 1.581 parejas, la tercera provincia con más población de Castilla y León, por detrás de León (2.799) y Salamanca (2.672).

A día de hoy se estima que en Zamora la población se mantiene estable, aunque con un ligero aumento en zonas como la vega de Benavente. En cuanto a la capital, fuentes informadas hablan de unas 50-55 parejas y se mantienen en la provincia colonias emblemáticas como las de Bermillo atraídas por riberas, lagunas y charcas; la manga del embalse del Esla en la zona de Montamarta, con buena pesca, y la mencionada vega de Benavente rica en cultivos y tendidos eléctricos que sirven de atalayas y espacios de nidificación.