"Me levanto por la mañana, me aseo, hago la cama y después de desayunar me pongo a doblar servilletas, ciento y pico al día, para continuar en la cocina, mano a mano con Transi González, la cocinera, pongo la mesa y lo que se tercie. Estoy todo el día activa". Lo cuenta una entusiasmada Carmen Almeida, integrante del programa "Mi casa" que ha puesto en marcha la residencia de mayores Los Rosales, de Moraleja del Vino, con doce de los residentes válidos que viven en ella. Y es que esa es precisamente la filosofía de este novedoso programa en Zamora, importando de los países nórdicos, pero que ya se está desarrollando en la Comunidad, contando con la financiación de la Junta de Castilla y León. La integración completa en un centro diferente al de su casa en el que se le permite seguir activa, considerarse útil y mimar los aspectos más positivos de cada persona.

Hasta Moraleja del Vino se desplazada ayer en delegado de la Administración Autonómica en Zamora, Alberto Castro, junto con el gerente de Servicios Sociales, Eutimio Contra, para conocer de la mano de las responsables del geriátrico, el desarrollo de la iniciativa así como las dependencias y el día a día de las once mujeres y un hombre, por el momento que conforman el grupo de "Mi casa". Durante la visita, en un apartado especial que se ha destinado para ellos en el inmueble, se encuentran las habitaciones, personalizadas con fotos familiares, sus recuerdos más especiales y los objetos que les gusta tener a mano como lo harían en su casa. Colindando con las habitaciones se haya el salón y la cocina, donde ayer Carmen Almeida, natural de Venialbo hacía crêpes para compartir a la hora del almuerzo con Palmira Gago y sus compañeras además del centro. Otras optaban por leer una revista o estar sentadas tranquilamente viendo pasar el abanico de invitados que se interesaban por este proyecto del la Consejería de Familia. "Claro, esta cocina es mucho más lujosa de la que yo tenía en casa. Estoy feliz trabajando aquí y eso que durante toda mi vida he trabajado de lo lindo, en el campo y sirviendo" apuntaba una pletórica Carmen quien con 93 años goza de envidiable salud física y psíquica . Otras de las residentes, recordaban también con precisión la fecha de su cumpleaños ya que las onomásticas se convierten en una fiesta especial donde cada una puede pedir o cocinar el plato que más desee. Es el caso de Chana Tejedor Gómez que apuntaba a su ficha el 7 de abril dibujado en cartulina recordando el momento ideal para comer los tocinillos que tanto le gustan.

Esfuerzo, financiación y ganas son los pilares sobre los que se ha asentado la puesta en marcha de esta iniciativa, según manifestaba las responsables de la residencia Encarna Correa López y Adela Hernández Campo, mientras que por su parte Alberto Castro valoraba muy positivamente el proyecto "les permite continuar con su rutina habitual siempre que puedan y no pierden el contacto familiar".

El programa "En mi casa" se implanta en la residencia de Moraleja después de que se estrenara en Gerovitalia de Villaralbo. "Actualmente hay en estudio previo para la implantación de dos nuevas unidades de convivencia en los centros de Santibáñez de Vidriales y de Villalcampo, ambos de titularidad pública y gestión privada. Por otro lado, se estudia también la implantación del modelo en centros de estancias diurnas en la provincia con la realización de las visitas a las instalaciones e informes previos para evaluar la idoneidad de necesidades de adaptación y formación en MV Geriatría de Camarzana de Tera y AFA Benavente".

El centro residencial para mayores "Los Rosales", construido en el año 1993 y ubicado en la localidad de Moraleja del Vino, dispone de 70 plazas autorizadas de carácter mixto -válidos y asistidos- de las que 32 plazas están concertadas con la Gerencia de Servicios Sociales.

En el año 2013 se incorpora al grupo de centros residenciales interesados en participar del pilotaje del nuevo modelo de atención residencial "En mi casa", iniciando la remodelación de una de las plantas del centro para albergar la unidad de convivencia de acuerdo con los elementos imprescindibles que la Gerencia de Servicios Sociales considera para el buen funcionamiento de la misma. Para crear la unidad de convivencia se han redistribuido los espacios, de modo que cada unidad consta de 12 habitaciones individuales con baño geriátrico incluido en cada una de ellas y salón-cocina. Con el se crean puesto de trabajo en constante colaboración con el equipo técnico del centro formado por Trabajador Social, Terapeuta Ocupacional, Enfermería, Médico y Fisioterapeuta liderados por el equipo directivo del centro.