La Tricholoma josserendii está floreciendo en varios de los Montes de Utilidad Pública de la Unidad de Gestión Micológica de Aliste, Tábara y Alba y, aunque expertos y profanos, defienden que es ahora mismo la que acarrea más peligro de intoxicaciones en dicha zona, no aparece ni siquiera incluida en la Guía de Recolector de Setas que se entrega a quienes pagan por los permisos. En dicha guía aparecen once especies tóxicas prohibidas entre ellas la Amanita phalloides y el Boleto de Satanás, así como dos Tricholomas (sulphureum y equestre), pero no la josserendii. Autoridades y recolectores exigían ayer públicamente que Myasrc la incluya con urgencia en su guía.