Villalpando será el segundo municipio de la provincia que se sumará al proyecto de recuperación de las colonias de cernícalo primilla puesto en marcha por el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (Grefa). La iniciativa, que ya se desarrolla en San Esteban del Molar, conllevará la instalación de un total de 60 nidos artificiales en los dos antiguos silos de cereales existentes en la villa villalpaldina, 40 en el de mayor tamaño y otros 20 en el más pequeño.

La previsión es abordar el montaje de los nidos a lo largo del próximo mes de noviembre, un periodo en el que las aves no se encuentran en la provincia al ser una especie migratoria que se desplaza a África para pasar el invierno. «Queremos tener todo listo antes de febrero, época en la que los cernícalos primilla regresan a la península», según explica el biólogo y responsable de proyectos de conservación de Grefa, Manuel Galán. Los nuevos refugios se denominan «shunt», que consisten en bloques de hormigón adaptados para el uso de los cernícalos. El principal objetivo del proyecto es fomentar la recuperación de esta especie, que llegó a estar en peligro de extinción en los años 80, sobre todo por los cambios de uso del suelo y por la pérdida de sus lugares de nidificación. En la actualidad, la población de estas aves ha mejorado de forma considerable y cuenta con colonias estables y una cifra creciente de parejas reproductoras.

Además de buscar nuevos lugares de nidificación, la iniciativa también persigue reutilizar los antiguos edificios agrícolas existentes en muchos pueblos de la geografía nacional. En el caso de Villalpando, los dos silos agrícolas llevan en desuso varias décadas, según detalla el alcalde de la villa, Félix González. Por ello destaca que este proyecto, al que el Ayuntamiento ha mostrado su absoluto respaldo, «permite aprovechar instalaciones enormes que permanecen inutilizadas y que sufren un notable deterioro al encontrarse cerradas». Al mismo tiempo resalta la contribución del cernícalo primilla a la lucha contra posibles plagas. De hecho, esta especie es una gran aliada de los agricultores ya que su dieta básica se compone de artrópodos, como langostas y saltamontes, y de pequeños roedores, como los temidos topillos.

En el caso de San Esteban del Molar, el grupo Grefa ha instalado 40 nidos artificiales en el antiguo silo que ya han dado sus primeros resultados. Según precisa Manuel Galán, «hemos constatado la presencia de hasta tres ejemplares de cernícalo primilla, dos de ellos una pareja aunque no llegaron a criar». En todo caso, destaca que en otras provincias donde se ha instalado los nidos hace varios años, como en Cuenca, ya son 40 las parejas que emplean los silos.