La Alianza por la Unidad del Campo solicitó ayer que «en vez de cinco puestos, en las esperas, se permitan diez para poder cubrir los términos como es necesario», según dijo ayer el secretario provincial de la Upa, Aurelio González. Para Upa la Administración «debe darse cuenta de que antes se criaban animales y que ahora estorban». Además, afirmó, que «ya no hay apetencia para venir a cazar y, cuando no se cazan animales, estos crían más y ahora hay una plaga de jabalíes y ciervos».

La organización agraria reclama que «se planifique y se obligue a los cotos e incluso a los particulares porque, en su criterio, no tienen la misma actitud los cotos normales que otros. Los cotos normales están para divertirse y desean que se les facilite la caza». El problema, señaló Aurelio González, «está en los cotos que especulan con la caza, que crían y echan de comer a los bichos para alquilar los cotos».

Habló del compromiso de la Delegación Territorial «de autorizar en 48 horas una especie de batida en esta zona para estar a cubierto hasta el 23 de septiembre», cuando la normativa ya agiliza las esperas y los ganchos.

Insistió en que la administración «debe darse cuenta de que no podemos consentir que ocurra lo mismo que en la zona izquierda, que antes se sembraba y ahora está todo perdido y lleno de jaras, que pueden arder como la yesca». González remarcó que no queremos que en la margen derecha de la carretera, donde se ha hecho un nuevo regadío, la gente se esté planteando este año si sembrar maíz porque de diez hectáreas los animales se comen tres o cuatro». Dijo creer en el cambio de actitud de la administración y, en el caso de que no funcione, el sindicato seguirá adelante «y pedirá la desobediencia civil. Lo primero son los pueblos, no los bichos, y nosotros cultivamos para vivir, no para el ocio. El maíz es el pan de los hijos».

El representante de Unión de Campesinos-Coag alabó la buena voluntad de la Delegación Territorial de agilizar la autorización de las batidas al jabalí y calificó la situación de más que grave por la importancia de los daños y sus impactos en el sector de la agricultura y ganadería. Señaló la urgencia de controlar la población de la fauna y achacó a la misma parte de la despoblación en el medio rural. «Lo que está sucediendo en La Culebra y en los entornos, que es imposible cultivar, también puede darse en las zonas de regadío si no se ataja la población de fauna». Sobre que no existe una mayor densidad de la fauna, Soto señaló que «los verdaderos informes que demuestran si hay incremento de la fauna son los daños en las agricultura y en la ganadería y los accidentes en las carreteras».