La variante de Fuentesaúco vuelve a situarse en el centro de la polémica. Dos nuevos accidentes en el plazo de cinco días, entre el 3 y el 7 de septiembre, han reavivado la preocupación en Fuentesaúco y los pueblos del entorno por la falta de visibilidad de la que se quejan los conductores a al pasar por los enlaces. Aunque no hubo que lamentar desgracias personales en ninguno de los siniestros, los vehículos implicados no se han librado de daños materiales, en mayor o menor consideración, ni los conductores de un buen susto. El primer accidente ocurrió sobre las cinco de la tarde del pasado viernes, 3 de septiembre, en el cruce de la variante con la carretera de Fuentelapeña y en el mismo se vieron implicados dos vehículos, uno de los cuales sufrió cuantiosos daños materiales.

El segundo siniestro tuvo lugar el pasado martes cuando un camión de matrícula portuguesa, procedente de la carretera de Villaescusa y con dirección a Fuentesaúco, se saltó el stop en la variante llevándose por delante al coche que circulaba en ese momento en dirección a Salamanca. «Porque la conductora venía despacio sino hubiera pasado algo gordo», comenta una persona que fue testigo de la colisión. A pesar de la moderada velocidad de la conductora, ésta no pudo evitar el choque contra el camión. «A ella no le pasó nada, pero la parte delantera del coche quedó destrozada».

Los usuarios que frecuentan la circunvalación de Fuentesaúco circulan con precaución por la zona y así lo indican también las señales colocadas a lo largo de la nueva carretera, construida por la Junta de Castilla y León para desviar el tráfico del casco urbano de Fuentesaúco y aún no inaugurada oficialmente. La nueva carretera, que pretende resolver los problemas de tráfico que padecía el núcleo urbano de Fuentesaúco por donde discurren vías que soportan un importante volumen de tráfico, tanto desde Zamora como desde Toro para enlazar con Salamanca, así como hacia otras provincias como Ávila o Segovia por Cañizal a través de la CL-605 de Segovia a Zamora por Arévalo, ha sido escenario de accidentes, la mayoría con daños materiales, pero uno con dos muertos. Tal circunstancia ha llevado a los vecinos a manifestarse y los alcaldes se han reunido con el delegado territorial, al que han trasladado la inquietud ciudadana.

Precisamente el propio Alberto Castro siempre ha mantenido que la carretera es segura y cumple con todos los requisitos técnicos y viales. Algo que no convence a muchos ciudadanos, temerosos de que puedan producirse nuevos accidentes. A lo largo del verano se han estado realizando trabajos para rematar la obra y se está a la espera de que se construyan los puentes elevados que eviten el corte de caminos agrícolas.