Morales, Iván Cristóbal Colino se fue a la cama el pasado 22 de julio por la noche en su casa familiar de Morales del Vino y nada más supo de él. Cuando su padre, José Antonio Cristóbal, se levantó por la mañana, a las 7.15 horas, se dio cuenta de que en la habitación no estaba su hijo. Han pasado cinco días y la angustia se apodera de la familia, que ha activado todos los mecanismos posibles para dar con el paradero del joven de 14 años.

Iván, 1,70 metros de estatura, ojos oscuros, pelo moreno y liso, vestía en el momento de la desaparición un chandal de color azul con una lista roja, tanto en el pantalón como en la chaqueta, una camiseta gris de manga corta y calzaba unas playeras marrones. Unicamente se marchó con el móvil, que está desactivado desde su desaparición, y la familia no ha echado en falta dinero ni ropa, con lo que se supone que se fue con los puesto y «lo poco que pudiera tener él ahorrado», explica su padre. Han pasado cinco días y la desesperación va en aumento. La familia hace un llamamiento a la colaboración ciudadana «para que si alguien lo ve o lo puede haber visto que llamen inmediatamente al 112».

Paralelamente las fuerzas de seguridad han activado el dispositivo de búsqueda en colaboración con el Juzgado de Instrucción. El mismo día de la desaparición, 23 de julio, la familia puso la denuncia ante la Guardia Civil. «Al principio piensas que va a volver, el primer día estábamos con esa esperanza, pero a medida que pasa el tiempo nos vamos desesperando más», comenta un padre abatido mientras sujeta copias de la fotografía de su hijo que han ido repartiendo por estaciones, tiendas, en las calles. Tras un registro de la habitación, lo único extraordinario que se ha encontrado es una nota del joven.

Las primeras hipótesis apuntaban a la posibilidad de que Iván Cristóbal Colino hubiera viajado a Madrid en un autobús desde Zamora. Por ello, en la capital de España se difundieron rápidamente las imágenes del joven. «Al principio pensábamos que pudiera estar fuera de Zamora y la Policía se ha movido a nivel nacional, pero a medida que pasan los días no descartamos nada; también puede que esté por aquí, suplicamos que si alguien tiene algún tipo de información o ha visto a nuestro hijo que se lo comuniquen al 112», insiste el padre.

Ayer la familia se entrevistaba con el juez «para agilizar un poco todos los mecanismos de búsqueda, que esto no se quede dormido». Porque lo cierto es que, desde la noche del 22 al 23 de julio (del miércoles al jueves pasados) ni los padres ni su hermano mayor han vuelto a tener noticia de Iván.

La alerta se cuelga en la Red para intentar localizar al adolescente

José Antonio Cristóbal, el padre del menor desaparecido, se encuentra visiblemente cansado y espera poder volver a abrazar a su hijo. Iván presuntamente se marchó de casa esa noche del miércoles sin que nadie de la familia oyera nada. Tras días de búsqueda infructuosa, la familia ha demandado al juez agilidad en una serie de pruebas para intentar obtener alguna pista del paradero de su paradero. Así, se visualizarán las cámaras de la estación de autobuses de Madrid; el rastreo del teléfono móvil y una ampliación de la cobertura mediática para intentar obtener resultados de esta misteriosa desaparición. «Todas las posibilidades están abiertas».

La desaparición de Iván Cristóbal Colino se ha comunicado también a través de la red social «Tuenti», muy utilizada por los jóvenes a través de Internet, en un intento más de obtener información y dar con el paradero del joven zamorano. «Toda ayuda es poca, muchas gracias de antemano por vuestra colaboración», expresa el joven que ha difundido la noticia en la página web.