Pino.-Las actuaciones se están llevando a cabo ante el acuerdo plenario y la petición oficial realizada por la Corporación Municipal del Ayuntamiento de Villadepera que preside el alcalde popular Jesé Ignacio Isidro Isidro.

La Junta, de quien depende la carretera, ha procedido a colocar grandes carteles donde se advierte de la existencia del puente metálico y de la limitación del peso a 15 toneladas. El primero de ellos se ha situado en el cruce de la citada carretera con la Nacional 122, en Aliste, y en el segundo en el enlace con la vía Moralina a Miranda Do Douro, en Sayago. Las previsiones apuntan a la instalación de otros cuatro carteles en lugares de la carretera donde los más despistados, que se pasen el primer aviso, aún puedan rectificar y darse la vuelta. De ellos dos irán en los términos de Moralina y Villadepera y los restantes en el término de Pino del Oro.

Según han manifestado a este periódico ediles sayagueses y alistanos «En los últimos meses se ha notado un importante incremento del paso de camiones e incluso el pasado año uno se quedó atascado en el puente». A decir de los usuarios «El problema no se centra sólo en que se pueda deteriorar el viaducto sino que en las curvas de bajada y subida no hay espacio que permita cruzarse a un camión y a un coche. Si se cruzan a ver quien da marcha atrás». La señalización no deja lugar a dudas y aquellos camioneros que se salten la prohibición habrán de atenerse a las duras consecuencias.

Un viaducto construido en 1914

Las instituciones han tomado conciencia del grave riesgo de conservación que puede sufrir el viaducto. La primera vez que se habló en serio de la construcción de un puente para unir a Aliste y Sayago sobre el río Duero fue en el año 1853 coincidiendo con la toma del acta de diputado por Práxedes Mateo Sagasta, el cual encargaría el primer estudio, para situarlo entorno a dos kilómetros aguas abajo del actual, al ingeniero Eduardo López Navarro. Fue pasando el tiempo sin soluciones hasta que cuarenta años después, en 1893, Federico Requejo conseguía no sin trabajo y arduas negociaciones que se dictase la Real Orden con la cual se autorizaba un segundo estudio, en este caso para construir una carretera que enlazaría la de Zamora-Alcañices (término de Fonfría) con la de Salamanca a Fermoselle.

El estudio del puente se incluyó en él y, contratado a José Eugenio Rivera, este propuso hasta doce alternativas con presupuestos que iban desde las 300.000 a 1.700.000 pesetas. Finalmente se optó por la solución «Viaducto metálico de pequeñas luces, sobre arco articulado». Las dificultades para su construcción llevaron a que las dos primeras subastas quedasen desiertas. Finalmente, a la tercera fue la vencida, adjudicándose los trabajos a "Duro Felguera" de Asturias en 340.000 pesetas, aunque luego el coste hubo de ampliarse a 499.000, por los errores en el precio del hierro colocado. Se finalizó y fue inaugurado el 15 de septiembre de 1914. El prestigioso ingeniero consiguió utilizar solo 414 kilos de hierro por metro cuadrado frente a los 6.000 y 9.000 de los puentes Eiffel en Francia.